CARACAS.— La Cancillería venezolana envió este jueves una carta de protesta al gobierno de Estados Unidos e iniciará un proceso de revisión de las relaciones con el país norteño, tras conocerse las acciones de espionaje realizadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de esa nación a directivos y trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A., (PDVSA).
Por orden expresa del presidente Nicolás Maduro Moros, el reclamo escrito fue entregado en la mañana de ayer al encargado de Negocios de Estados Unidos en Venezuela, Lee Mcleeny, de manos del viceministro de Relaciones Exteriores para América del Norte y Europa, Alejandro Fleming, según precisa una información publicada en la cuenta de la Cancillería en Twitter.
Además del trámite formal, el mandatario indicó en la noche del propio miércoles, desde el estado oriental de Anzoátegui, la revisión integral de las relaciones con la potencia norteamericana.
“He ordenado una investigación. He ordenado a la canciller que inicie una revisión de las relaciones con el gobierno de Estados Unidos porque a Venezuela se le respeta, a la clase obrera se le respeta”, declaró Maduro al canal estatal VTV.
“El imperio estadounidense, desde hace tiempo, ha tenido la intención de sabotear la industria petrolera y derrocar al Gobierno Bolivariano para venir a apropiarse y quitarle el petróleo a los venezolanos”, señaló.
La denuncia tuvo lugar poco después de que el canal multinacional Telesur difundiera de manera exclusiva un reporte sobre un documento filtrado por el exanalista de la CIA y la NSA, Edward Snowden; el cual demuestra las acciones de espionaje dirigidas desde Washington y con apoyo de su embajada en Venezuela contra la empresa estatal PDVSA, la quinta petrolera más grande del mundo.
El informe data de marzo del 2011 y prueba la vigilancia ilegal sobre el sistema de comunicación interna de la entidad, el tráfico de correos electrónicos, los perfiles de más de 10 000 empleados y el seguimiento a altos funcionarios, como el propio presidente de la organización, Rafael Ramírez, y Luis Vierma, entonces director de Exploración y Producción.
Este jueves, la Cancillería emitió además un comunicado en el cual exige al gobierno de Estados Unidos que se pronuncie de manera oportuna y legal sobre la agresión, violatoria de las normas del Derecho Internacional y las relaciones diplomáticas.
“Constituye un hecho notorio, comunicacional e inaceptable que desde la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica en Venezuela se venía realizando espionaje masivo de información de las actividades, transmisiones y comunicaciones de los funcionarios de nuestra principal industria, con la consecuencia evidente de graves daños a la economía, integridad y seguridad de Venezuela, sin desdeñar el grave atentado al respeto de las garantías democráticas y constitucionales de nuestros ciudadanos que debe imperar en el orden internacional”, detalla el documento.
Mediante el texto, Venezuela también reclama conocer las identidades de los agentes que consumaron las acciones de vigilancia, “independiente de su condición de diplomáticos o de otra índole”.