2005 : doce años después

CUBA 1993
EL SUEÑO EXISTE TODAVÍA

opinión personal de una Suiza que visitó Cuba, en el marco de una brigada de solidaridad, después de llegar de Brasil, país en el cual había trabajado junto con su marido y sus hijos, en un proyecto de desarrollo entre 1991 y 1993.
Prólogo

Para poder dar un juicio correcto sobre Cuba, hay que razonar haciendo la comparación con los demás países del Sur o según el punto de vista de lo que representa la mayoría de las personas desfavorecidas, 4/5 de la población mundial que sólo se beneficia con 1/5 de la producción de nuestro planeta. También es significativo, tener en cuenta siempre, el sentido histórico y geopolítico y el hecho de que Cuba se encuentra desde hace treinta y cuatro años en pié de guerra y expuesta a un bloqueo económico, político, cultural y sobre todo informativo.

Nosotros conocemos los informes de UNICEF y los grandes logros sociales de las revolución cubana, en los órdenes de la salud y la educación. Cuba es el único país del tercer mundo que garantiza a cada uno de sus habitantes, no sólo el derecho fundamental a la vida, sino también el derecho a una existencia dentro del marco del respeto a la dignidad humana.

Lo que menos conocíamos de aquel pueblo, es su conciencia, su identidad nacional, su solidaridad internacional, su democracia participativa, el orgullo por su justicia social y su independencia política, además de la presunción de ser cubano.

Después de las últimas elecciones libres y directas, el 24 de febrero de 1993, supimos que el 91% de la población, aunque exigente y crítica, ha seguido totalmente fiel a su sistema y que por nada del mundo, quisiera cambiarlo por un sistema capitalista.

Esta es la opinión de una Suiza que durante cinco semanas, tuvo el privilegio de vivir en Cuba, en un marco no turístico. Impresionada por la irresistible voluntad y determinación del pueblo, ella ve en Cuba un país lleno de esperanza que no quiere, simplemente, cambiar su justicia y su independencia política por la triste opinión impuesta a todos los pueblos por el gobierno de Estados Unidos : « el capitalismo o la muerte ». De este modo, ve en Cuba una ilusión para el mundo.

Preguntas:

Era un viejo sueño personal, algún día, ir a visitar el país de Fidel Castro.

Entonces, la realidad de ese país, corresponde a la imagen que siempre nos han presentado ?…es acaso verdad que allí, no se conocen ni el desempleo, ni el racismo y qué a nivel profesional, la igualdad entre mujeres y hombres existe y qué un ministro no gana el doble de lo que gana un profesor y qué una persona tiene el derecho a beneficiarse gratuitamente de los cuidados médicos y dentales de la misma manera que cada individuo tiene acceso a la escuela, incluido el nivel universitario ?

Es también cierto qué a pesar de la desaparición de los países del este europeo o del bloque socialista y pese a las dificultades económicas, el 90% de la población cubana, está unida en conjunto, alrededor de Fidel Castro, su líder ?…en qué medida el desmoronamiento definitivo de la antigua U.R.S.S. y las provocaciones periodísticas, así como la propaganda de los Estados Unidos, han podido debilitar la capacidad de resistencia del pueblo ?…cuál es la manera de pensar de los jóvenes que nunca conocieron a Batista ?…qué sucederá allí cuando Fidel Castro no esté más ?…acaso en ese momento, todo lo conquistado en la isla va a derrumbarse ?…hay, efectivamente, posibilidades de que una guerra civil estalle ?

Estas eran las preguntas, así como otras del mismo género, que nos preocupaban en el momento en que llegamos, con una hora de retardo, al aeropuerto internacional José Martí.

Calderín, colaborador de la F.S.M, « Federación Sindical Mundial », con un « puro » en la boca, nos recibió muy cordialmente. Viajábamos en una de esas numerosas « brigadas de solidaridad », cuyos miembros se reclutan en los cuatro puntos cardinales del mundo, con el fin de efectuar una visita de 3 ó 4 semanas a Cuba y participar en las grandes recogidas de cosecha.

Acompañados de sesenta brasileños, veníamos con mi marido y nuestros dos hijos de trabajar en un proyecto agrícola en su país. Era sin formalidades complicadas que pasamos la aduana. La visa particular para las personas invitadas y el sello especial de nuestra entrada a la isla, figuraban en documentos diferentes. Calderín explico : « nunca se sabe, cualquier día, ustedes podrían tener una nueva dictadura en Brasil y en ese momento, tendrían dificultades con un sello del nuestro en su pasaporte ! » (de pronto me acordé de que en Suiza, simplemente por haber preguntado por el precio de un billete de avión vía telefónica a la embajada de Cuba en Berna, la policía federal se había tomado la molestia de abrir un dossier referente a mí).

La Habana nos sorprendió por la claridad de su cielo estrellado y la pureza del aire que respirábamos. Verdaderamente, la falta de carburante, también tiene sus ventajas !

Las dos primeras noches nos alojamos en la « Villa Panamericana », un complejo hotelero para turistas. En ese lugar, también encontramos los primeros cubanos « contaminados » por el turismo. Los niños iban bien vestidos y alimentados pidiendo a los visitantes, así fuera una goma de marcar o una moneda extranjera. Las jóvenes cubanas aferradas al brazo de un acaudalado extranjero, servían de acompañantes o, simplemente, para posar en una fotografía. No obstante, parece que hace algunos años, la prostitución tiene carta de ciudadanía en Cuba. Después del triunfo de la revolución, los guerrilleros habían llegado a hacer desaparecer los cientos de miles de prostitutas, en una población de 6,5 millones de habitantes, considerando que esa profesión era indigna para la mujer. Hoy, ese oficio, no es practicado para adquirir los bienes esenciales, mas solo para obtener algunos artículos de lujo, habitualmente reservados para los turistas o para saborear una comida variada en un hotel, al lado de un extranjero, con su billetera llena de dólares. El paseo por la ciudad, efectuado en un bus con aire climatizado, nos llevó a descubrir una maravillosa arquitectura. Sin embargo, muchas fachadas del malecón merecen una urgente renovación, pero sabemos que en el país hacen falta el cemento y la pintura.

Al tercer día de haber llegado, se nos terminó la confortable vida de turistas, por tres semanas. Dos viejas « gua-guas » (buses oficiales) vinieron a buscarnos para llevarnos a un campamento agrícola, situado en la ciudad de Güines a cuarenta kilómetros de la Habana.

La autopista era amplia y aunque libre de automóviles, sin embargo, no estaba libre de circulación : camiones, tractores, carros tirados por bueyes, bicicletas y peatones, compartían la calzada. Después del inicio del « período especial » hacia finales de 1989, Cuba ha tenido que arreglárselas con sus recursos propios de energía, correspondientes a un 40% de sus necesidades efectivas. El chofer del bus nos comentó la situación de la siguiente manera : « aunque los precios del azúcar hayan bajado en el mercado mundial, en 1972 la Unión Soviética nos entregaba 8 toneladas de petróleo no refinado, luego 7, por una tonelada de azúcar. Hoy, la proporción es : por una tonelada de petróleo no refinado, una tonelada de azúcar » y continuó con sus comentarios, no sin manifestar cierto orgullo : « pero esto no ha sido tanto, como para que hubiéramos tenido que cerrar una sola escuela ».

Una vez en el campamento, fuimos invitados a instalarnos. Los dormitorios estaban organizados de tal manera que los hombres quedaban separados de las mujeres. Sin embargo, se admitían algunas excepciones. Fue así, como mi marido y nuestros dos hijos, fuimos ubicados en el dormitorio de las últimas. A ellas les encantaba bromear y reír. Aisladas de sus diferentes oficios profesionales, estaban aquí por algunas semanas, con el fin de echar una mano en un campo agrícola durante la recolección. (el Ché Guevara, introdujo el trabajo benévolo en Cuba.).

En la mañana trabajábamos en el campo. Siendo claro que yo estaba embarazada de seis meses, el trabajo me era prohibido, aunque yo me sentía muy bien y haya venido para ello. « Reposa compañera, entre nosotros las mujeres no trabajan en el campo, a partir del quinto mes de embarazo ! », me decían. En el mismo lugar, me llevaron dos veces para hacer el testo prenatal, una de las cuales fue con ultra sonido. (En Brasil tuve que pagar de mi bolsillo el equivalente a dos salarios mínimos). Por todos los sitios por donde pasaba, se me ofrecía lugar para sentarme. Poco a poco, los mismos brasileños de nuestra brigada, empezaron a mostrarse más atentos.
El niño es el rey en Cuba y la prevención empieza antes de su nacimiento, puesto que quince examines prenatales están previstos para este efecto.

En la tarde, en función de los intereses de los miembros de nuestra brigada, se nos propusieron visitas guiadas. Subimos a los remolques de los tractores para visitar aquí una escuela, allí, los hospitales, las fábricas, un mercado, un tribunal, una biblioteca.

En la noche, fuimos nosotros los que invitamos a las diferentes personas, para las discusiones en el campo. El responsable del lugar, era muy amable y trataba de ayudarnos en todo o en lo posible, para que pudiéramos alcanzar nuestros objetivos. Fue así, como los representantes de la UJC (unión de la juventud comunista), del partido, de los sindicatos, de las asociaciones de mujeres, etc., nos hicieron una visita.
Hasta tarde de la noche, les hicimos preguntas a propósito de los objetivos más variados. Llegó el momento en que muertos del cansancio desaparecimos bajo nuestro mosquitero. Algunos que disponían de reservas de energía y tenían todo el tiempo, continuaron al son de la música con los cubanos, que por cierto parecían infatigables. A las seis de la mañana, todo se volvía a poner en marcha. El domingo, también trabajábamos de dos a tres horas, casi como un gesto simbólico « para la revolución ».

Dificultades Económicas :

« Después del doble bloqueo, tenemos puestos todos nuestros esfuerzos en la agricultura y es todo el pueblo el que ayuda. Trabajamos todos los días para la revolución con el fin de resistirle a los yanquis », decía una joven peluquera que iba a trabajar al campo durante un mes, cada año.
Brevemente, citamos los hechos más importantes de la guerra económica que los Estados Unidos, dirigen hace más de treinta años, contra la pequeña república cubana :

– 1960, Eisenhower propone una disminución de la cuota de azúcar. Desde 1962, esta disminución fue aceptada por todos los países a excepción de Méjico.
– 1961, Ruptura de las relaciones diplomáticas por los Estados Unidos. En abril de ese mismo año se dio el ataque aéreo y desembarco en Bahia Cochinos, el cual fue rechazado en 72 horas por las fuerzas cubanas de la revolución, rápidamente movilizadas.
– 1971, Chile reanuda relaciones diplomáticas con Cuba, seguido por la mayoría de países latinoamericanos.
– 1972, Primera colaboración económica y científica con la U.R.S.S. y los países del bloque del este europeo. Esta colaboración representaría más del 85% de intercambios comerciales hasta 1986, a precios justos.
– 1986, Pérdida de esos intercambios comerciales.
– 1989, Diciembre, (fragmentación y desaparición de la U.R.S.S.) se habla de « período especial » en el cual Reagan, no le da más de cinco meses de sobre vivencia al régimen cubano.
– Desde 1992, la ley Torricelli, se agrega a la lista de calamidades. Según esta norma todo carguero que comercie con Cuba, tendrá prohibido el acceso a cualquier puerto de Estados Unidos, aunque la distancia de estos con la isla sea de solo 150 Km, por los seis meses siguientes a la formalización de dichas relaciones comerciales.

Fue así como en ese momento, Cuba fue aislada del resto del mundo y la situación para cada niño cubano, se agravó. En cualquier otro país del planeta, los niños desfavorecidos hubieran muerto de hambre. Cuba perdió más del 70% de sus importaciones y ha tenido que enfrentar esta situación con menos del 40% de los recursos en carburante de los que poseía, en épocas anteriores. No obstante, muchos programas ambiciosos, fueron puestos en movimiento y hoy en día son programas piloto. A pesar de todo es muy claro, que sería en última instancia que Cuba efectuaría recortes indeseados en los presupuestos de educación y de salud pública.

Hoy en día, casi todo está racionado en Cuba. El ron, el charuto y hasta el azúcar figuran en « la libreta » o carnet de racionamiento.

Una estudiante de derecho, nos confesó un poco incómoda : « nosotros necesitamos sobre todo, productos alimenticios como harina y carne, los antibióticos que no produzcamos en el país, material para escribir y papel, así como desinfectantes y artículos para el aseo personal ». A pesar de todas estas dificultades, cada niño tiene derecho hasta los siete años, a un litro de leche por día y gracias a « la libreta », ningún cubano ha muerto de hambre. Ellos lo saben. No es que no quisieran estar de nuevo, como en los años 70 y 80 del siglo pasado : « en esos momentos aquí, teníamos todo lo necesario. Podíamos viajar mucho y a donde quisiéramos. Todo era casi perfecto. Ahora, hay que apretar los codos y hacer muchas economías », afirmó Juan, disminuido mental, que trabajaba con nosotros en el campamento.

La comida no hacía falta y si las cantidades eran más que suficientes, la variedad no era mucha : arroz, fréjoles negros, yuca, papa, ensalada de tomates verdes (los tomates rojos son recogidos con el fin de trasplantarlos y para producir salsa). Además, teníamos derecho a plátanos verdes cocinados o fritos en finas tajadas redondas, como los chips, a un bistec « sorpresa » o a cualquier conserva de pescado. Nos explicaron que en el interior del país, se come mejor porque la gente allí, tiene más necesidad de calorías. En la mañana, teníamos derecho a un pequeño pan y a una taza de leche de soja en polvo, combinada con una pizca de café.

La esposa del porquero nos reveló : « estos tres últimos años he adelgazado, he bajado ocho kilos. Fuimos enviados al campo y es claro que aquí, siempre tenemos suficientes legumbres frescas. Es verdad que estamos en mejor forma desde de que volvimos a utilizar la bicicleta. Es tiempo de que paren el bloqueo, porque todo se pone más y más difícil. Que más decir, tendremos el corte todo el tiempo que se necesite » .

Cuando me ofrecí para acompañar a la enfermera del lugar a la tienda de alimentación, me hizo el siguiente comentario : « yo no quisiera mostrarle las libretas de racionamiento ahora. Estamos molestos por tener todavía la necesidad de utilizar este instrumento después de treinta años de revolución. Hace veinte años teníamos todo lo que necesitábamos. Gracias a « la libreta » tenemos un derecho, el de recibir todos la misma cantidad, incluida la esposa de cualquier ministro, que tendrá que hacer fila como yo » . Cuando tengo la ocasión siento que debo subrayar que somos nosotros, los que deberíamos sentir y tener vergüenza por habernos vuelto cómplices de este mortal bloqueo y no hacer nada en su contra.

En cuanto el papel higiénico, los artículos de baño, los medicamentos, las tazas o una cobija, tuvimos que preocuparnos de llevar esos elementos nosotros mismos. Algunos brasileños se disgustaron al ver la sencillez del campamento. Eran entre otras cosas, profesores universitarios que habían llegado a la Habana, para participar en el tercer congreso internacional de la educación, pero también personas que hacían turismo médico y que esperaban a justo título, ser tratados como cubanos dentro del marco de la brigada y sacar provecho de los excelentes cuidados científicos, sin tener que pagar un céntimo. Por lo tanto, esa arrogancia, posteriormente, se transformó en una especie de estupefacción silenciosa. Cualquiera que sea la diversidad de origen y cualquiera que sean las individualidades que conforman un brigada, tarde o temprano, todos sus componentes, comprueban la actitud de esta población que soporta los sacrificios cotidianos con generosidad y el sentimiento de solidaridad, no sólo al interior de sus filas, sino también con los extranjeros, inspirando un profundo respeto y de cierta manera, pudor frente a su nobleza. Aunque cada cubano, tenga su propia opinión y sea muy crítica, este pueblo y su régimen se encaminan a lograr un mismo objetivo : crear una sociedad en la cual la solidaridad y la justicia, sean escritas en letras de oro y no sólo conservar sus valores materiales. Por nuestro lado, nos sentimos co-responsables de la difícil situación en la cual el país se encuentra, porque hace treinta y cuatro años que observamos pasivamente y al mismo tiempo nos dejamos alienar por la propaganda de Estados Unidos, aunque sabemos que si ensayaremos una mirada crítica a toda esa información, siempre nos dejaría dudas.

En el dormitorio de las mujeres, la solidaridad estaba empezando a desarrollarse entre las brasileñas, así fuera de una manera superficial : los bizcochos, galletas e inclusive cremas de belleza, comenzaron a ser intercambiados entre ellas, y después con las cubanas. En cuanto al jabón, el champu y la reserva de papel higiénico que nosotros trajimos, para nuestras necesidades, era todavía muy pronto, pues, aún podríamos tener necesidad de ellos !, circunstancia muy natural. Es claro que no podíamos aprender en tres semanas, lo que los cubanos habían aprendido en su niñez y después de más de treinta años.
Mi vecina, a quien ofrecí un jabón de baño brasileño, casi llora de felicidad : « en este momento todo es tan exacto, que aún tenemos derecho a medio pan de jabón por persona cada mes » . En resumen, cada cual, sentía y creo que siente el bloqueo en su propio cuerpo.

Una joven madre, me confirmó el siguiente hecho : « no nos queda otra alternativa que economizar. No botamos nada. Esta plancha, por ejemplo, fue reparada con el diodo de un Viejo televisor. De una forma u otra, nos las arreglamos. Además tenemos lo esencial : el porvenir de nuestros hijos está asegurado, cada uno tiene derecho a ir a la escuela, cada uno recibe atención médica y las medicinas necesarias, todo el mundo tiene el derecho a trabajar a más tardar a los 17 años y en fin, cada uno tiene derecho a una vivienda. » .

En Cuba, los salarios son muy equilibrados : el salario mínimo es de 118 pesos (=$118, moneda oficial) para un obrero. Entre 235 y 250 pesos, para un profesor, un trabajador agrícola y para la mayoría de las otras clases de trabajadores. Un médico gana 400 pesos y un ministro 420. Un trabajador de plantación experimentado, que por cierto tiene derecho a una prima de producción, puede llegar a ganar un salario máximo de 500 pesos. A todo lo anterior, hay que agregarle la ayuda del llamado salario oculto : gratuidad de los cuidados preventivos y médicos para toda la familia, formación gratuita en la escuela de párvulos (jardín infantil) hasta los estudios universitarios incluidos.
El material y los uniformes escolares, el almuerzo y la comida en el lugar de trabajo, no cuestan más que unos céntimos ; el 80% de los cubanos, son propietarios del 100% de su vivienda, el 20% restante la está amortizando o son arrendatarios que pagan sólo unos cuantos céntimos por mes. Ese costo representa un máximo del 3 al 5% del salario y puede extenderse a una duración de cuarenta años, según el tamaño de la casa o apartamento. El ejercicio y entrada a espectáculos deportivos es gratuita. Los precios, prácticamente han permanecido estables en los últimos 34 años y los productos de primera necesidad son subvencionados, a pesar del aumento de sus precios en el mercado mundial. Además, es posible ir a cine o al teatro por algunos centavos. Estos espectáculos son 400 veces menos caros que en Suiza. Por otro lado, ningún trabajador paga impuestos.

Cómo se ha logrado todo esto?, cree usted que en Cuba no se conocen las huelgas?…en el fondo era casi evidente y valía la pena esperar la respuesta : “ por qué, deberíamos hacer huelga compañera?…nosotros trabajamos para nosotros. Yo también soy propietario de esta fábrica y hacer huelga sería actuar contra nosotros mismos” , explicó uno de los obreros de una fábrica de azúcar. Luego prosiguió risueño: « más salario, por qué?…con lo poco que hay que comprar en este momento, el salario es más que suficiente ». Los cubanos dan la impresión de querer su trabajo. « de lo contrario cambio de trabajo », comentan cuando se les pregunta. El salario no parece ser la principal razón de su motivación. El 98% de los cubanos, ha elegido hacer parte de un sindicato, en el cual, como característica esencial, los intereses de los trabajadores y del estado son coordinados. « El sindicato y el estado trabajan codo a codo y no uno contra el otro », nos afirmaron a todos. El director de la fábrica de azúcar que estábamos visitando, llamó a mi marido aparte y le mostró la instalación que se habían inventado para poder producir. Con los desechos de la caña de azúcar, se producía la energía eléctrica necesaria, no sólo para la fábrica sino también para el pueblo vecino y las casas de los obreros de la empresa. « A partir de 1989, nos hemos vuelto más inventivos », agregó orgullosamente.
« Trabajamos en una cooperativa del estado, este pone a nuestra disposición la tierra, los útiles, las máquinas agrícolas, el carburante, las casas y las habitaciones para nuestros colaboradores. El estado también compra nuestros productos. De esta manera no conocemos los intermediarios, los mismos que antes explotaban nuestras tierras y hacían subir desmensuradamente los precios al consumidor ».
« La reforma agraria, se inició con el triunfo de la revolución. Fue así, como a partir de 1959, dejamos de tener terratenientes. Muchas grandes empresas estadounidenses, como por ejemplo la United Fruit u otras de países extranjeros, tuvieron que restituir al estado cubano, las tierras adquiridas a precios irrisorios. Estas, después fueron redistribuidas progresivamente a los campesinos de la isla. Un ejemplo palpable, la primera estatización de la propiedad en Cuba, afectó la propiedad territorial relativamente importante de la familia de Fidel Castro. ».

A pesar de todas las ventajas que otorga el estado a los trabajadores de las cooperativas, cientos de miles de campesinos prefieren trabajar de manera independiente. En Cuba, no hay programas obligatorios de producción, contrariamente a lo que hicieron con frecuencia, los países del este europeo. Esta es una de las razones por la cual el pueblo, el partido y el gobierno, han permanecido unidos. En primera instancia, todo se discute en pequeños grupos a nivel de la comunidad. El gobierno es el resultado directo de las decisiones del pueblo.
La Revolución de la Educación :

Uno de los progresos más importantes, realizado por los guerrilleros, fue alfabetizar el país, según el proverbio marcial (de José Martí) : « un país cultivado es siempre fuerte y libre ».

En un país en el que más la mitad de los niños, no iba a la escuela o en el que, más de la séptima parte de la población era anafabeta, se empezó por crear diez mil salas de clase, con el fin de darle trabajo a diez mil profesores que en ese momento se encontraban desempleados. En un lapso de tiempo muy breve, aproximadamente un año, emprendieron una enorme campaña de alfabetización para 800.000 cubanos, incluyendo a las personas más viejas, además de las que habitaban en las montañas más lejanas. Algunos de los cientos de jóvenes que participaron por su propia voluntad en esa campaña, fueron recompensados recibiendo una beca de estudios.
La pequeña república cubana, que se extiende sobre 114.000 KM2 y que tiene 10.8 millones de habitantes, hoy puede estar orgullosa de tener 282.000 profesores formados y ejerciendo su actividad. A esto, hay que agregarle una reserva de maestros que tiene la posibilidad de asistir regularmente a cursos de formación y actualización. En 1959, fueron creados 45 centros universitarios, aunque el país hoy cuenta con 47 universidades.

Hablando de situaciones concretas, el chofer del único automóvil del campamento donde estabamos, me hizo el siguiente comentario : « todos los niños tienen derecho a un lugar dentro de un « círculo infantil », con la condición de que los padres trabajen fuera de casa (es importante señalar que en Cuba no es posible emplear personal para trabajar en el servicio doméstico), más tarde también quisiéramos abrir jardines infantiles, para niños cuyos padres permanezcan en casa ». Así es como se le ofrece a nuestros hijos la posibilidad de hacer una de las cuatro escuelas maternales . El chofer me llevaba con mis dos hijos al jardín « sueños de Camilo », que significa : los pequeños sueños de Camilo Cienfuegos, un guerrillero que vivió en la época en que los niños no tenían derecho a ser cuidados, ni a recibir ninguna formación. Camilo Cienfuegos, se imaginaba el porvenir de los niños de la siguiente manera : imaginaba una nube de niños increíblemente felices, rodeados y formados por un personal perfectamente capacitado. Fue así como observé que en esta guardería, habían 46 empleados calificados que se ocupaban de 181 infantes, entre un mes y medio y cinco años de edad, aproximadamente. Tal proporción entre el personal responsable y los niños, es apenas imaginable en los países desarrollados. Los niños que estaban repartidos en pequeños grupos en función de su edad y madurez, habitaban un edifico que comprendía la enfermería, cocina, lavandería, etc. Había un grupo especial conformado por cinco minusválidos que estaban acompañados por un fisioterapeuta. Dos incapaces mentales, estaban integrados al grupo de los niños « normales », cosa que se hace regularmente en Cuba.
Mientras que mis hijos jugaban, tenía derecho a visitar los grupos y debo decir que me impresioné : cada niño, tenía su peine y su cepillo dental, personalizados con una fotografía. Individualmente recibían su traje, sus zapatos y la comida, así como también se les daba una animación cultural de primera calidad que consistía en la enseñanza de gimnasia rítmica y juegos de teatro. Toda atención particular era dedicada a despertar la solidaridad, el respeto mutuo y el respeto a la naturaleza.
Era divertido ver que los niños entre un año y dieciocho meses se lavaran los dientes pero sin dentífrico, simplemente con el fin de que adquirieran el hábito y el buen movimiento. Una animadora, nos hizo la siguiente observación : « a las diez de la mañana los bañamos a todos, hay en cada ocasión un barón y una hembra juntos, para que se habitúen desde temprano a la diferencia de los dos sexos » . « Desde el momento en que un niño queda a nuestro cargo, también es auscultado por una serie de chequeos médicos hasta los dos años. Cada mes, es examinado por un pediatra que revisa sus ojos, sus dientes, etc., además cada seis meses se le hace un análisis a sus deposiciones » .
Después del baño matinal, tenían derecho a actividades organizadas, seguidas del almuerzo al medio día, el cual fue servido en unas pequeñas mesas en el restaurante. Posteriormente, fueron alineados en las pequeñas literas del campamento, individualizadas con el nombre de cada uno de ellos. Manon y Pablo, nuestros dos hijos, naturalmente eran los únicos que no se habían adaptado al programa previsto. Se sentaron con otro grupo y comieron por segunda vez. De parte mía, almorcé con el personal. Era un almuerzo que costaría 50 centavos y sería pagado por el chofer, puesto que yo aún, no tenía pesos cubanos. Siguiendo el hilo de la conversación del almuerzo, la vice rectora me alcanzó un formulario para mis dos hijos y me explicó en que consistía : « con esta hoja, tienes la posibilidad de hacer analizar la deposición de tus dos hijos en un hospital mañana, después de lo cual podrán venir a visitarnos todos los días» . Aprovechar la oferta, implicaba tener derecho dos veces por día, al automóvil de nuestro campamento y yo estaba decidida a no derrochar su carburante, tan fuertemente racionado. En un primer instante, el chofer se ofuscó por mi actitud, pero al final la aceptó, haciendo la siguiente observación : « es cierto que sólo tenemos derecho a 40 litros de gasolina por mes, sin embargo, cuando tenemos necesidad de más, se nos da » .
En el transcurso de la tarde descubrí a Manon en un grupo que jugaba al peluquero. Ella, se hacía cortar el cabello con unas gruesas tijeras hechas de cartón, mientras que un pequeño compañero le mostraba un espejo. Pablo jugaba al enfermero y asistía a la operación de un niño de tres años. Regamos las plantas, cantamos, bailamos. Afuera, jugamos a la pelota y al escondite. A las cuatro llegaron los primeros padres en bicicleta a buscar su prole. Cuando tuvimos que regresar a la casa, Pablo fue vestido de nuevo. « Se orinó en sus botas, puesto que yo no fui bastante rápida para comprender su portugués », me dijo riéndose a carcajadas la educadora de los niños. Manon, tenía dos cuadernos para recortar debajo de su brazo, Pablo no quería dejar la pelota que había cogido y la educadora le escribió una dedicatoria en ella. En cuanto a mí, no se me permitió devolver los zapatos tenis que le habían sido prestados a mi hijo.
Fue así que casi llorando, algunas de esas mujeres con las que había pasado el día, me abrazaron y se despidieron.

Fuimos recibidos en una escuela de primaria a la cual nuestra brigada, le había hecho un pequeño regalo. Como gesto de agradecimiento, nos recibieron con una pequeña obra de teatro. En esta ocasión fue el portavoz de nuestro grupo, quien no pudo pronunciar una frase. Estaba muy emocionado y muchos miembros del mismo tenían lágrimas en sus ojos. Yo tengo la sensación de que fueron los ojos de los niños sonrientes, inocentes e inteligentes y llenos de esperanza, los que de alguna manera nos conmovieron.
Varios teníamos la impresión de vernos ridículos, con los pocos cuadernos y lápices que les habíamos ofrecido.
Una noche con ocasión de una caminata con una profesora brasileña, nos fuimos de visita a una escuela pre-universitaria situada en las proximidades de nuestro campamento y sin anunciarnos. Un alumno nos condujo ante el director. Tenía a su hijo de ocho años sobre sus rodillas y respondió a todas nuestras preguntas. Para ello, mandó llamar al presidente de los estudiantes, que tenía 15 años. Trató al muchacho como a un colega que se conducía de igual a igual : « eso tu lo sabes explicar mejor que yo, vamos ! ». Tanto el director como el estudiante, habían sido elegidos por los alumnos del centro educativo. El director debió efectuar sus pruebas, para demostrar que era un excelente profesor y que tenía una gran facilidad de expresión y de contacto. De forma similar, es a nivel estatal. Cada grupo, aproximadamente de once alumnos, tiene que presentar un candidato. Es así como los responsables son elegidos para la cultura, el deporte, los juegos y las distracciones en el tiempo libre. Lo mismo se hace con los diferentes jefes de producción para el trabajo en el campo. De la misma manera que se hace en la escuela primaria y más tarde en los lugares de trabajo, cada mañana, uno de los estudiantes es encargado de hacer una lectura de las noticias nacionales e internacionales.
Según un principio marcial, de los 320 escolares, los que estuvieran entre los 15 y 18 años, debían pasar la mitad de la jornada de estudios en la escuela y la otra mitad en el campo. Ademas, allí se practicaba mucho deporte. Los alumnos, cada quince días, regresaban un fin de semana, por tres días a su casa. Una adolescente nos abrió el acceso a los dormitorios, aunque había sido prohibido por el director, puesto que las mujeres estaban listas para ir a ducharse y cambiarse. En los pasillos de la escuela, no era raro encontrar parejas de jóvenes amorosos que no se molestaban en darse la mano o abrazarse en presencia del director. Éste, viendo que habíamos faltado a la comida de la noche en el campamento, insistió para que en esa oportunidad, diéramos un pequeño salto con el fin de consumir cualquier cosa. Fue la primera vez que comimos bastante carne de res, mientras que discutíamos con el maestro de física, que probablemente también había malogrado su hora de cenar.

Todas las escuelas cubanas tienen un médico a disposición las 24 horas del día. El material escolar, les es aportado por el estado. La producción agraria no cubre sino una parte de los gastos y ante todo, sirve para no perder el contacto con el trabajo manual o físico. Durante el período de tres años que dura el ciclo respectivo en la escuela, los jóvenes tienen derecho a una orientación profesional, lo mismo que a información sexual. Los profesores conocen las condiciones familiares de cada alumno y estos a su vez, cada mes tienen un psicólogo a su disposición. En lo que concierne a las relaciones entre estudiantes, se da el absoluto respeto. La violencia, no existe. Los « casos sociales », como los que encontramos constantemente en nuestra sociedad, parecen no existir en la república cubana. Es más, no comprendieron muchas de nuestras preguntas e inquietudes, frente a esta circunstancia.
Cada maestro duerme una vez por semana en la escuela y trabaja en el campo tres medias jornadas por semana.
Al fin del período escolar, cada alumno debe escoger entre cinco posibles opciones de estudio. Al respecto, nos mostraron una lista de ellas: en la provincia de la Habana, por ejemplo, en ese momento tenían 1500 cupos para estudiantes de medicina, 1900 para los que quisieran ser profesores, 95 para estudiantes de literatura e historia, 20 para economía y contabilidad, etc., y de 300 á 400, para estudiantes en otros sectores. Si un estudiante desea seguir el escalafón de estudios que haya escogido, deberá pasar una media muy específica en los exámenes de entrada, media que varía en función de las diferentes orientaciones profesionales. El que no obtenga los puntos necesarios, será obligado a escoger entre las ramas que haya puesto en segunda, tercera o cuarta posibilidad de elección de acuerdo a sus capacidades.
Todas las cubanas y cubanos, deben cumplir un mínimo de nueve años de escuela obligatoria, pero la mayoría hace doce. Aquel que siga sus estudios universitarios o en el politécnico, tendrá segura desde el principio de ellos, una plaza de trabajo.
La revolución de la salud:
De 6000 médicos que en Cuba practicaban su profesión en 1959, 3000 se habían exiliado en Estados Unidos. Los 3000 que se quedaron en el país, participaron en los ambiciosos programas de la revolución, que se había fijado como objetivo mejorar los servicios de la salud. Hoy, existen 48.000 médicos oficiales allí, de los cuales 18.000, son médicos de familia. Actualmente, cada cubana y cada cubano, pueden beneficiarse del tratamiento que necesite, así sea una simple consulta, una operación del corazón o un trasplante de riñón, esto sin tener necesidad de esperar, no importando la hora del día o la noche. Si en Cuba no hubiera posibilidad de resolver un caso, el Estado pagaría al paciente transporte y gastos para hacer la intervención medica necesaria al estranjero. No sería lo mismo que encontrarse fuera del país o ir a una clínica en el extranjero, pues, en Cuba se tienen el transporte y los gastos a cargo del estado. “aquí, no te preguntamos quién eres, te preguntamos lo que tienes”, nos explicó el director de la clínica de Güines.

Nuestra brigada, tuvo en numerosas oportunidades, la ocasión de comprobar esas informaciones. En tres coyunturas llevamos a nuestro pequeño Pablo al hospital : dos veces por una pequeña diarrea. En cuanto a mí, tuve que ir por un desgarro muscular y el ortopedista me recibió como si hubiera tenido una cita médica, aunque nadie me hubiera anunciado. Un día mi marido perdió el empaste de un diente y se encontró con una veintena de personas en la sala de espera de los dentistas oficiales. Se sentó y después de un cuarto de hora fue llamado ya. No es asombroso, puesto que en el consultorio odontológico, había por lo menos veinte dentistas. Inútil precisar, tampoco tenían necesidad de veinte aparatos de radiografía !
En cambio la cuestión se complicaba un poco, en el momento en que uno iba con una fórmula médica a la farmacia, esto porque en Cuba, hay que llevarla así sea para una aspirina. Después de que el famoso doble bloqueo fue puesto en marcha, no es posible obtener ciertos medicamentos en el país, si no es gracias a la solidaridad de algunas organizaciones médicas, que llegan a la isla para tratar de evitar y combatir esta agresión casi criminal.

Citemos otro caso de intervención médica : uno de los ingenieros de nuestra brigada, de un momento a otro, se llenó de placas, durante la recolecta de tomate. Inmediatamente fue conducido al hospital regional. El médico creía estar frente a un caso de hepatitis B, con una cirrosis latente, aunque el brasileño en cuestión no fumaba, ni bebía. El análisis sería confirmado con un examen más profundo, efectuado con una cámara que sería introducida en el hígado del paciente. « tal consulta e intervención médica me hubiera costado más de dos mil dólares en Brasil », nos dijo el enfermo, que por cierto regresó encantado por su breve estadía en el hospital.
Varios de los miembros más viejos de nuestro grupo, se dejaron hacer una prescripción para el famoso PPG (ateromixol), medicamento utilizado para bajar « el perverso » colesterol, pero que de otro lado, aumenta la moral y la capacidad sexual. « tenemos bastante, pueden coger tanto como ustedes quieran », afirmó el médico que nos había llevado a visitar el hospital. No son pocos los europeos que viajan expresamente a Cuba, con el fin de aprovisionar se de una buena cantidad de este medicamento y el cual es boicoteado por nuestras multinacionales.
« El caso del ateromixol, no es más que un pequeño ejemplo, en medio de una multitud de descubrimientos médicos hechos en Cuba, después de la revolución », agregó un médico brasileño que iba regularmente a la isla. En el transcurso de la conversación, él me enumeraría más de uno de los descubrimientos. (una colaboradora de la organización mundial de la salud, O.M.S., en Ginebra, me explicó que hacía algunos años, que todos los descubrimientos provenientes de Cuba, eran directamente archivados por esta entidad, cuando los descubrimientos de otros países, circulaban fácilmente y por largo tiempo a través de los diferentes departamentos. Quien quiera consultar las fichas de investigación a propósito de Cuba, debe pedir un permiso por escrito al director…).

Uno de los principales objetivos del país es promover la medicina preventiva, la cual es no sólo el mejor mercado, sino también un gran esfuerzo para obtener resultados asombrosos. Los 18.000 médicos de familia tienen su consultorio en el primer piso o planta baja de su propia habitación. Cada uno, es responsable del estado de salud de más o menos 150 familias, es decir, aproximadamente 600 personas. En la mañana, son visitados por un promedio de 7 personas con buena salud, y las cuales lo hacen para darle paso a un control preventivo. En la tarde, es el médico, quien visita a 3 ó 4 enfermos. En la noche, hace su informe.
En la policlínica Lawton de la Habana, tuvimos la posibilidad de consultar nuestra presión arterial, el nivel de colesterol o la evolución de una enfermedad que había afectado a la población de un distrito en un momento dado y esto, gracias a la utilización de un computador.
Después de la revolución, la esperanza de vida aumentó de 19 años a 75. Haití, el país vecino, tiene una esperanza de vida de 56 años y Suiza de 78 años. Con una tasa de mortalidad infantil del 1,02% para los niños de un año o menos (Haití el 8,%2 ; Suiza el 0,7%), Cuba figura entre los 25 países del mundo que poseen la media más baja de mortalidad entre los niños. De este modo, no son menos de 400.000 infantes, los que se han escapado de una muerte inútil en los últimos 34 años. (fuente : situación mundial de la infancia 1993, UNICEF, Ginebra).
« Y si nosotros hubiéramos salvado la vida de un solo niño, eso ya hubiera valido todas las penas», me dijo simplemente el pediatra que se preparaba para auscultar el estómago de Pablo.

Qué otro país puede tener prueba de tantos logros y sin haberlos obtenido aprovechándose de los demás ?

De pronto, las falsas informaciones que recibimos en Europa, me vienen a la memoria. Ejemplo : aquella que afirma que Fidel Castro no respeta los derechos humanos y que el pueblo no hace sino esperar la muerte o destitución del dictador. En Cuba, semejantes despropósitos desencadenan la consternación de cada persona y yo, debí corregir y tranquilizar a todo el mundo, diciendo que naturalmente entre nosotros nadie cree mucho en las afirmaciones de ese género. De llegarle una desgracia a « su comandante », todo el pueblo cubano se sumergiría en un luto profundo y auténtico. Sin embargo, esa circunstancia no significaría el fin de su revolución. « Si por aventura los yanquis quisieran eliminar al compañero Fidel, tendrían que eliminarnos a todos, lo mismo que a nuestros hijos, para poder acabar con la revolución », exageraba un poco nuestra cocinera del campamento y a la vez su marido añadía : « a decir verdad, nosotros nos rehusamos a pensar en tal eventualidad, por otra parte hay suficiente gente capacitada y preparada, para reemplazar al compañero Fidel Castro » .
Además es todo el pueblo que vive en Cuba, el que aprecia más los valores morales que los materiales. Es todo el pueblo, el que no se ha decidido a abandonar su independencia nacional e igualdad, para regresar a la dependencia política con las desigualdades sociales, analfabetismo, desempleo y explotación por los empleadores, así como la violencia y el egoísmo, que existían antes de 1959.

Las dificultades económicas, no pueden hacer perder los logros morales. Nosotros escuchamos a menudo, la siguiente frase : « tenemos poco, pero lo poco que tenemos, lo compartimos honestamente » . Cuánta razón tenían y tienen…a muchos individuos tratamos de consolarlos hablándoles de las desigualdades sociales que reinan en el Brasil, en donde el 4% de la población es la poseedora del 60% de los bienes y el 58% debe sobrevivir con el 2,8% de los bienes de consumo, lo que quiere decir, consumir 300 veces menos. Ese 58% no se encuentra mas en los estatisticas porque no hace parte de los “consumidores,” pues sobrevive por debajo de lo que significa la dignidad humana. Allí, los niños de la calle deben robar para poder vivir y son asesinados fríamente por un puñado de dólares. En Brasil, la vida humana no vale gran cosa. Nuestros oyentes, sin embargo, no se dejaron consolar con nuestras historias, al contrario se mostraron bastante afectados. Una mujer estalló en llanto, como todos los demás deberíamos hacerlo, y su marido conmovido y con lágrimas, trató de llevársela.
Primero morir que entregarle la revolución a la sociedad capitalista inhumana. Es probablemente uno de los sentidos del « socialismo o muerte » .

Revolución, vida cultural y cotidiana del pueblo cubano :

Los dos programas de la televisión cubana, no pueden jactarse de hacer ostentación de los 244 homicidios y 397 agresiones por semana, como lo hace la programadora T.V. « Rede Globo » de Brasil. Además, por otro lado, tampoco machaca al televidente con una publicidad que no hace sino empujarlo al consumo. Los dos programas propuestos, uno cubano y otro brasileño, difundían en sus emisiones series y boletines informativos, culturales o educativos. Durante las horas de escuela, así como las de trabajo, lo mismo que en la tarde y en la noche, las emisiones ofrecidas no paran de difundir. En lugar y sitio, hay varias emisiones radiofónicas que emiten sobre todo música y que son a veces utilizadas para melodías de compañía durante el trabajo. Existen también programas informativos, como por ejemplo « radio progreso » que permiten a los radio oyentes hacer preguntas a un médico a lo largo de la tarde. Por mi parte, no era raro que pasara un buen lapso de la noche, escuchando « radio reloj » que difunde noticias nacionales e internacionales, las veinticuatro horas del día y que minuto a minuto da la hora, la cual está hábilmente integrada a los textos de la información.
Al lado de esos programas cubanos y brasileños de los cuales hemos hablado, hay 23 emisiones estadounidenses que inundan la isla, durante 200 horas al día y que a la vez, contienen una propaganda fuertemente agresiva. El día que llegamos al país, los cubanos preparaban las elecciones del 24 de febrero de 1993. Esto precisamente en el momento en que Estados Unidos intentaban alejar al pueblo del « voto unido » . Una de las emisoras estadounidenses tiene la arrogancia de llamarse « José Martí », el nombre del héroe sobre el cual se basa la sed de independencia tan característica del pueblo cubano y el cual murió en 1895.

Después de haber citado el nombre de un renombrado héroe en Cuba, nos impresionó otro elemento : no vimos culto a la personalidad, ni tampoco bustos o retratos de alguna personalidad viviente.
Para tener el gusto de visitar uno de los numerosos comités para la defensa de la revolución (CDR), fuimos llevados a una habitación privada algunas calles más lejos, en donde una veintena de personas tocaba la guitarra, cantaba y bailaba. Recién sentados, se nos ofreció una bebida ligeramente combinada con alcohol, servida en vasos de fortuna fabricados con latas de conserva o en botellas de cerveza. Era la casa de la presidenta. Se festejaba un aniversario. El 90% de los cubanos, hacen parte de uno de esos CDR. En el país, existen más o menos 113.000, o sea, uno por barrio. Los comités para la defensa de la revolución fueron fundados después del intento de invasión estadounidense en bahía Cochinos, con el fin de localizar y neutralizar rápidamente a los elementos contra revolucionarios, que intentaran infiltrarse en el país. Esos comités, hoy en día, han asumido en cierta medida, la función de las asociaciones de barrio : se debaten preguntas sobre todo lo hecho en todas partes y cuyas respuestas sirven, al mismo tiempo, para facilitar la vida diaria, como por ejemplo : eliminación de las basuras o la iluminación pública. Una joven de unos quince años me explicó con entusiasmo : « En este momento, estamos desarrollando un cultivo de plantas medicinales ». La corpulenta presidenta, además agregó, no sin algo de jactancia : « Gracias a los CDR, es posible movilizar todo el país en muy poco tiempo. De esta manera, por ejemplo, para la última campaña de vacunación no nos faltaron sino tres días, para vacunar a todos los niños » . Mi marido se interesó por una anciana muy discreta que nos servía de beber. Él, le preguntó por su visión del mundo y sobre su participación en la defensa de la revolución. Ella, le transmitió su entusiasmo por las ganancias concretas que los pobres habían obtenido con el acceso a la educación, a la salud y por lo tanto a la vida. Más concretamente, mi marido quería saber con que armas, ella se defendería en su barrio, contra los mercenarios. Entonces, lo guió hacia una alcoba aislada, abrió con orgullo un armario y le mostró un viejo fusil. El no pudo dejar de subrayarle que frente a un joven soldado estadounidense equipado con un arma ultra moderna, estaría muerta en un instante. La anciana le replicó muy calmadamente : « qué puedo esperar de una sociedad que envía a sus muchachos a ejecutar a una mujer tan vieja como yo ?…si ellos tienen la intención de matarnos, entonces que lo hagan ! ».

Como nos interesaba saber lo que ellos pensaban de los contra revolucionarios, un hombre de unos cincuenta años y militante del partido, nos respondió al efecto : – hace mucho tiempo que ya no son nuestra principal preocupación. Desde luego que siempre debemos estar en guardia contra sus actos de sabotaje, provenientes de Estados Unidos. Finalmente nosotros, no somos candidatos al suicidio. No hace todavía algunas horas que interceptamos un barco estadounidense transportando armas. Hace dos días fueron dos bandidos los que se manifestaron con violencia contra los cubanos. Los bandidos también son calificados de contra revolucionarios – pues es claro que robar no es un acto revolucionario – este acto de bandidaje se saldó con un trabajador muerto y otro que perdió un pié. Los dos bandidos intentaron fugarse en barco. Si hubieran llegado al otro lado, ellos los habrían recibido y festejado como “refugiados políticos”-. Les preguntamos lo que sucedería con esos dos elementos. “ van a ser encarcelados o reenviados a Estados Unidos. Si se trata de personas que regresan al país después de haber sido formados por la CIA, en consecuencia muy peligrosos, son fusilados. Es así, como en noviembre de 1991, el pueblo pidió hacer pasar por las armas a tres personas que habían puesto varias bombas en jardines infantiles. El gobierno, no obstante, no fusiló sino a una sola y devolvió a las otras dos para Norteamerica”.
Si nos tomamos el tiempo para sumergirnos en la literatura de la revolución, podemos constatar que uno de los principios de base de los guerrilleros, era tratar correctamente a los prisioneros. Después de 1959, en Cuba, se acabó el problema de los « desaparecidos » y no hay prisiones cubanas para ninguna clase de tortura. Cada prisionero tiene derecho a trabajar si lo desea. Como consecuencia, recibe entonces el mismo salario de los trabajadores normales. Hoy el 70% de los prisioneros, hacen uso de ese derecho, lo que les permite mantener a su familia.

« En suelo estadounidense, se habían fundado 300 organizaciones contra revolucionarias financiadas desde el exterior. Sin embargo, hemos necesitado muy poco tiempo, para infiltrar nuestra gente en ellas y de esta manera desenmascararlas », nos explicó un miembro de la Unión de Juventudes Comunistas, UJC, a la cual se puede pertenecer entre los catorce y treinta años. A partir de los 30 años, es posible entrar al partido si el interesado es propuesto. No obstante, esto es muy difícil. « Sólo el 10% de los cubanos, aproximadamente, están inscritos en el partido. Hay que tener un gran mérito y mucha disponibilidad, no proponemos sino a los mejores compañeros » . « No tenemos necesidad sino de un sólo partido, puesto que este representa los principales intereses de una gran cantidad de personas. Todas las propuestas son democráticamente discutidas en la base. En nuestro caso, con un enemigo super potente a 90 millas de distancia, no podemos dividirnos en dos. Es nuestra elección comportarnos de esta manera en nuestra situación geopolítica », nos declaró un estudiante de medicina. Por nuestro lado, nos dimos cuenta hasta que punto en Brasil la situación era ridícula, con sus 40 partidos políticos combatiéndose entre ellos, mientras que fuera mucho más benéfico mantenerse unidos. También nos acordamos de Suiza, con su partido ridículo de los automovilistas…
Mi marido le preguntó a un campesino, si él no lamentaba haber sido expropiado de casi todas sus tierras por el estado, después de la reforma agraria en los años 60. Nos miró estupefacto : « Ay, tu vienes de un país capitalista…Bajo el gobierno de Batista, tuve un accidente en mi caballo, permanecí sólo con un traumatismo craneal durante tres semanas entre la vida y la muerte. Nadie se ocupó de mí. Hoy, he recibido sin pagar un marca pasos. Tengo cinco hijos : dos son ingenieros, dos médicos y un profesor y tu piensas que yo no puedo devolver esta tierra a mi país, mientras que vivo bien en mi pequeña parcela con mis cabras ? » .

En el curso de las cinco semanas que pasé en Cuba, me entretuve con no menos de 300 cubanas y cubanos. Todas y todos, respondieron abiertamente y sin temor a todas mis inquietudes y preguntas. No obstante, también los más críticos entre ellos, reaccionaban con vehemencia cuando ensayaba poner a prueba su sistema político o al mismo Fidel.

Nuestra estadía llegaba lentamente a su fin.

La idea de que pronto era necesario regresar al hotel y en consecuencia de retornar nuevamente a un cierto individualismo, provocó entre las brasileñas de nuestro dormitorio toda una agitación. Cada una se afanó por su ropa vieja y sus prendas.
En cuanto a nuestra pequeña Manon, tenía absoluto interés de ofrecer sus botas a la pequeña hija del jefe del campamento y para este efecto, las brilló hasta que quedaron como un par nuevo.
Emocionado, su papá de 35 años, intentó hacernos comprender toda la importancia que representaba para él, el gesto de Manon. Sólo lo mejor era bastante bueno para esas pequeñas botas. Puestas en la vitrina, ellas ocuparían en la alcoba principal el lugar que se merecían, como lo decidió este hombre.
De regreso a la ciudad :

Nos dimos cuenta de algo muy importante : es sobre todo en el campo, en donde la revolución ha devenido como una realidad cotidiana. Los habitantes de la ciudad, dicen de ellos mismos, que viven como parásitos, puesto que no producen la comida que consumen. Es por esta razón que casi todos pasan de dos semanas a un mes por año benévolamente en un campamento, con el fin de echar una mano, durante la cosecha. Haciéndolo, serán gratificados con el mismo salario que recibirían en su trabajo habitual. Durante el tiempo de sus labores en el campo, sus colegas asumen de la mejor forma su reemplazo, para no paralizar el conjunto de la producción. La vida en la ciudad, es más difícil, la variedad de menús se reduce de más a más al arroz, los frijoles rojos (o negros) y el banano. En los supermercados, no hay otra cosa que comprar. Es así como el mercado negro de nuevo se está abriendo paso, no tanto como mafia organizada, sino como un comercio desestructurado a merced de las ocasiones. Cuando un turista quiere cambiar dólares al precio oficial, recibe un peso por cada uno. En el mercado negro, se le ofrecen 40 pesos por el mismo dólar con el cual él, podría pagarse 400 trayectos en un bus de transporte público, 800 bebidas refrescantes ó 160 sorbetes de banano. La única condición para adquirir esos bienes, es hacer fila.

En cuanto a los cubanos, se refiere : qué haría uno de ellos, con ese dólar ?… La respuesta es la siguiente : se ubica delante una « turistienda » y le demanda al visitante extranjero provisto de un pasaporte que le haga el favor de procurarle dos jabones de baño. Luego, guardará uno de ellos para su uso personal, mientras que venderá el segundo en el mercado negro por cuarenta pesos. Aquel que no bebe café, ni ron, tiene todo el tiempo libre para vender su ración al vecino, de seis a diez veces más cara y de procurarse a cambio un paquete de cigarrillos de los llamados « libres » que son también de seis a diez veces más costosos, pero que tienen la ventaja de saciar la necesidad de nicotina. Se trata por lo tanto, de un mercado no muy estructurado. En la ciudad, casi todo el mundo lo practica. Es una de las formas de hacerle frente al bloqueo. El gobierno ha comprendido esta circunstancia e inteligentemente la tolera.

El turista, mínimamente, puede pagarse más o menos lo que quiera con sus dólares y también ofrecerse un taxi cuando el deseo lo invada. En Cuba, los precios son más bajos que en Europa. La persona que quiera sacar provecho de las hermosas playas del país o que vaya a hacer turismo médico, le presta un servicio a la isla en la medida en que le aporta divisas y por lo tanto, muy posiblemente será un individuo que no se comporta como un egoísta o pesado. No obstante, sería más sensato ofrecer al cubano, regalos con naturalidad, que querer mostrarse generoso a golpe de dólares.

Las dos mujeres encargadas de la alcoba del hotel, se ofrecieron espontáneamente para cuidar a nuestros hijos, en caso de que quisiéramos salir en la noche, pero teniendo claro y a todo precio que no querían ser retribuidas por ese servicio. Esas dos jóvenes mujeres, tenían una formación general muy buena. Nada de sorprendente! Como todas, han hecho 12 anos de escuela …Nosotros quisimos saber si no las perturbaba ver como los turistas se llenaban el estómago, después de haberse lanzado sobre un buffet copiosamente lleno de vituallas. « No », respondieron riendo, « nosotros tenemos doble necesidad de turistas en este período difícil. Cada turista nos aporta divisas para tres cubanos. Con esas divisas compramos cosas más importantes que los artículos de lujo vendidos en las « turistiendas ». ». Estarían ellas interesadas en viajar, en visitar otros países ?… « Desde luego, nosotros quisiéramos poder hacerlo, pero por el momento, no podemos permitirnos gastar mil dólares en un billete aéreo. Ese dinero posibilita la compra de carburante para nuestros buses » .

Como no quedar pensativo, ante tal actitud ?…Ojalá todos supiéramos razonar de esa manera !…Percibimos que en Cuba, cada uno se siente co-responsable, como en una gran familia.

Naturalmente que los jóvenes quisieran viajar y consumir, pero ellos saben que si no pueden hacerlo, no es a causa del sistema, sino a causa del bloqueo. Si alguien tiene una visa válida y llena las condiciones del país de acogida, como por ejemplo una carta de invitación, puede viajar cuando le parezca. (En lo que concierne a Estados Unidos, ese país rechaza sistemáticamente y en contra vía a los acuerdos firmados entre los dos gobiernos, establecer una visa legal. Naturalmente esa actitud no les impide de ninguna manera, estimular la entrada de cubanos ilegales en su territorio, prometiéndoles y ofreciéndoles vivienda, permiso de trabajo, etc., y posteriormente declarándolos « refugiados políticos »). En muchas ocasiones intentamos consolar a nuestros interlocutores. En efecto, no existe sino una pequeña parte de la población mundial que tiene los medios para viajar. Qué sentido tiene, si en un país cómo Brasil, los supermercados viven llenos de productos de toda clase, pero el ciudadano medio no tiene la posibilidad sino de admirarlos ?…A cuál de todos esos bares y cafés que hay en las avenidas y que incitan al consumo puede entrar, si no hay sino una persona sobre seis que puede ofrecerse una cerveza ?…En Río se dice: « Los pobres no conocen sino el olor de la cerveza » .

Un estudiante de color negro y de último año de biología, me preguntó si conocía a alguien que pudiera adelantarle el costo de un billete en dólares para irse a Brasil. Él quería ir a trabajar durante un año. Además amaba la música brasileña. Le expliqué sinceramente, que tendría muy pocas posibilidades para trabajar como biólogo allí. A lo mejor pudiera encontrar un trabajo en un restaurante como lavador de platos y con el riesgo de que el color de su piel fuera una causa de discriminación. Se esforzó mucho para comprenderlo, pues, tenía un diploma profesional. Qué tenía que ver el color de su piel en todo esto ?…Estaba profundamente indignado e decidió de reflexionar una y otra vez sobre todo aquello.

En la ciudad vieja, por fin nos encontramos un « gusano », uno de esos famosos contra-revolucionarios del domingo. Nos llevó aparte y nos dijo al oído con aire dramático : « Aquí cualquiera que lleve puesta una cadena de oro, va a prisión. Fidel Castro es un dictador que quiere matarnos de hambre. Vayan a contar eso en su país. Aquí los derechos humanos no son respetados ». Le respondimos que en nuestro país, él sería llevado a prisión o internado en un manicomio. Inútil añadir más. Se marchó tan rápido como apareció. Sin embargo, no hay por qué decir nada, para tomar a esas personas en serio a no ser que uno sea un periodista sensacionalista europeo. La gente en Cuba se burla de ellos. Calificados como oportunistas, están clasificados como « no peligrosos ». Por curiosidad preguntamos a dos policías que sabían que esa gente andaba por ahí, para saber qué hubiera sucedido con el. Nos explicaron con aire serio : « Aquí nosotros no metemos a la cárcel sino a los contra-revolucionarios en flagrancia, como por ejemplo a los ladrones, los criminales, los asesinos o los mercenarios que sean atrapados queriendo poner bombas en nuestras escuelas o en los teatros, con el objetivo de hacer creer que el país está a las puertas de una revolución interna ».

Dos jóvenes negros que pasaban por allí, se sentaron relajados sobre el capó de un automóvil ocupado por dos policías, discutiendo tranquilamente. Nosotros nos asombramos y mi marido les subrayó que en nuestros países nadie osaría hacer aquello. Divertidos con nuestros comentarios, los dos policías le replicaron : « aunque nuestro automóvil sea viejo todavía soporta. Tu también puedes sentarte si lo deseas compañero ».
Durante nuestra visita al hospital psiquiátrico de la Habana, tuvimos la ocasión de observar los diferentes talleres de los artistas. Aunque enfermos, considerados en principio incurables, después regresan a una « vida normal », gracias a la terapia del trabajo. Cada cual se siente útil y gana un salario que le permitirá, a su salida, tener suficiente confianza en si mismo y de recibir el respeto que le es debido por sus allegados.

Con ocasión de una presentación musical a cargo de cantantes « profesionales » caímos en un grupo de cubanos exiliados que se encontraban en el país como turistas y que habían llegado a visitar a sus familias. Sus parientes anticastristas convencidos huyeron a Miami en 1959. Ellos en cambio, se habían reagrupado en una asociación y sostienen y refuerzan el país desde el exterior. Están orgullosos de su descendencia cubana y les falta, sobre todo en Estados Unidos, la previsión social.
Otro lugar que valía la pena ser visitado, era sin duda, en museo de la revolución y es allí en donde uno tiene la posibilidad de encontrarse frente a unas esculturas tamaño natural, con un realismo asombroso, de dos guerrilleros muy conocidos : Ernesto el che Guevara y Camilo Cienfuegos.

Antes de la partida oficial de nuestra brigada, fuimos invitados a un aperitivo en el ICAP ( Instituto cubano de la amistad con los pueblos). Se trataba de un edificio parecido a un castillo, con un enorme parque y que, en 1959, era habitado por una solitaria viuda que vivía en él, únicamente con sus empleados domésticos. De la misma manera que la mayoría de aristócratas, había huido del país dejando todo detrás de si, pero con la esperanza de regresar algunos mese después, tan pronto como la revolución fuera derrotada…los numerosos palacios que fueron abandonados de esta forma, fueron inmediatamente declarados bienes de utilidad pública y reacondicionados como escuelas de enseñanza, residencias para estudiantes, bibliotecas u hoteles para los trabajadores. El ICAP, es también un centro de acopio para las donaciones que son enviadas a Cuba. Según una lista de prioridades meticulosamente respetada, es obligatorio que el material y las mercancías sean repartidas entre las escuelas, hospitales, etc.

La mayoría de los miembros de la brigada brasileña regresaba a su país. Por nuestra parte, permaneceríamos dos días más, en casa de una familia cubana que nos había ofrecido generosamente su hospitalidad. Luego, pasaríamos cinco días en el hotel « ambos mundos », ubicado en la zona peatonal de la ciudad vieja y en el que por 26 pesos, arrendamos una gran alcoba, contigua a la que Ernest Hemingway había ocupado. La familia cubana, nos había invitado espontáneamente, puesto que sus hijos habían simpatizado con los nuestros. En reconocimiento a su hospitalidad, reaprovisionamos su despensa con productos alimenticios de base como harina, aceite, etc., que para nosotros eran fáciles de conseguir en el supermercado reservado para los turistas. Como no habían aceptado unos dólares, les hicimos este reconocimiento por su gesto. La noche anterior a nuestra partida, su hija diez años debía participar en una presentación de danzas. Nosotros, nos vencimos con cierta envidia, cuando nos dijo que se trataba de una pequeña fiesta con vistas a las próximas elecciones. Para el efecto, agregó : « puede ser que el compañero Fidel tome la palabra ». Tuvimos un poco de duda para creerle. Frente a nuestra incredulidad agregó : « con el comandante jamás se sabe muy bien, cuando y en donde puede surgir. De pronto, llega a tu fábrica o se encuentra en el área de cualquier campamento » . Como no había servicio de buses, recorrimos a pié los dos kilómetros que nos separaban del lugar de la fiesta. Cerca del objetivo, nuestra secreta esperanza de ver a Fidel, disminuía en cada paso, por el hecho de que todo se había sumergido en una profunda oscuridad. Sin embargo, en una esquina de una calle más lejana, distinguimos a Fidel Castro en carne y hueso, parado en medio de una pequeña muchedumbre de unas 150 personas. Algunas, simplemente, habían salido de sus casas, con el torso cubierto por una camiseta. Nuestra anfitriona estaba asombrada de que nosotros, nunca lo hubiéramos visto de cerca y le demandó a un vigilante la posibilidad de hablar con él, personalmente, después de su discurso, teniendo en cuenta de que jamás habíamos tenido la ocasión. Después de semejante aspiración, el vigilante era de la opinión de que no habría problema arreglar este encuentro con nosotros. Pero, muy pronto, otro dilema nos esperaba. En efecto, los niños de nuestra acompañante y luego los nuestros, tenían los párpados que se les cerraban. Como sabíamos que no podíamos llevarlos a todos en brazos hasta la casa, nos vimos obligados a tomar el camino de regreso. Fue así, como tuvimos que renunciar a nuestra primera entrevista con Fidel.
La siguiente noche, fue en la television., que nosotros asistimos a la misma actuación de principio a fin y a la cual habíamos faltado a la anterior : una mujer negra poco corpulenta, muy probablemente la presidenta de la asociación del barrio, le pidió al comandante que dirigiera unas palabras a su gente. Fue ella, en cambio, quien acaparó el micrófono por diez minutos antes de pasárselo finalmente a su invitado que de paso, estuvo a punto caer al ser atropellado por la matrona.
El lenguaje de Fidel fue chispeante y lleno de humor. En todo caso, no tiene nada de viejo en la manera expresarse, como algunos entre nosotros, lo pretenden.
De él, se dice que es un no de los hombres de estado, mejor informados del mundo. Estudió derecho, después de haber estudiado en un colegio de jesuitas y no pasa una mañana sin que no pregunte por las noticias internacionales, relativas a los últimos descubrimientos en el campo de la medicina, la biotecnología, la ecología, etc,.Se le atribuye también, haber leído gran parte de la literatura mundial. Para los periodistas internacionales que lo quieran entrevistar, tiene tiempo entre las once de la noche y las cinco de la mañana. Él sigue siendo el guerrillero. Otros afirman que a eso de las dos de la madrugada, es el momento en que se encuentra más activo.
Aunque en varias ocasiones ha pedido no ser más elegido para un próximo quinquenio, sin embargo, siempre se ha declarado dispuesto a continuar y asumir su labor actual, todo el tiempo que tenga la fuerza y la energía necesaria para lo poco que el pueblo le pide.

Fidel hizo un llamado al pueblo para « votar unidos », lo que significaba dar su voz por todos los candidatos. Explicó la importancia que tenía ese gesto que, a pesar de todas las dificultades económicas que existían y existen en el momento, expresaría el apoyo del pueblo entero a su régimen político. Procediendo de este modo, lanzó un desafío extraordinario, quedando claro que de esta manera las elecciones se transformarían en un plebiscito.
Se trataba para el caso preciso, de la elección de los delegados nacionales y regionales que serían escogidos por sufragio universal, el 24 de febrero de 1993. Esas elecciones son comparables en nuestro país a las que se hacen para el consejo nacional y el consejo de estado. 589 delegados, deberían ser escogidos. Cada cubano, tiene derecho al voto, pero del que tenga por los delegados de su círculo electoral. Existe en cada votación, la posibilidad de sufragar por uno, varios o todos o ningún candidato o tampoco ir a votar.
No es el partido quien propone los candidatos, ni tampoco existe la posibilidad de que un candidato se pueda meter por si mismo en una lista. No, es el pueblo, el que los propone. Son los grupos de mujeres y de estudiantes, los sindicatos, las asociaciones de barrios, quienes efectúan un trabajo de selección previo y finalmente proponen los nombres de las personas que irán en las listas.
Con tal sistema electoral, es muy claro que cualquiera pueda ser elegido para ir al parlamento. Para lograrlo, no hay necesidad ni de estar inscrito en el partido, ni tener dinero para financiar la campaña electoral. Los candidatos son presentados con su fotografía y un breve currículum vitae. Ellos, para aquellas elecciones hicieron campaña en conjunto, según el lema : « son tiempos de unir » (José Martí) y « valen todos », lo que significaba : « todos valen la pena » (era un juego de palabras basado en el título de una serie de televisión). Tanto en ese tiempo, como en otros, para ser elegido, era necesario tener más del 50% de los votos inscritos.
Nosotros tuvimos el privilegio de estar presentes en Cuba, el día de las elecciones. Toda la mañana nos paseamos por la parte vieja de la Habana, con el interés de visitar los locales transformados para la ocasión, en colegios electorales. No vimos la sombra, ni de algún funcionario, ni de ningún militar. En los colegios electorales que visitamos, nos encontramos con mujeres y hombres del pueblo que habían asumido el buen desempeño del escrutinio. Tres escolares de una decena de años, vestidos con uniforme rojo y blanco, fueron colocados cada uno delante de las urnas, para completar así el equipo de un colegio. El votante presentaba un documento de identidad, recibía dos listas (una para el parlamento regional y otra para el nacional) y se dirigía a una pequeña cabina. Una cruz en la parte superior de la hoja, significaba que votaba por todo el mundo. Si no, hacía una cruz por quien era elegido o dejaba todo en blanco o garabateaba cualquier cosa.

« Ya tenemos que el 85% de las personas han venido ! » se exclamó en los colegios electorales a las diez y media de la mañana. Hacia la seis de la tarde, sólo quedaba el 10% por cumplir con ese derecho cívico. A esa hora, nos pusimos en camino para una nueva ronda y asistimos al conteo de los sufragios. Pensamos que era en ese momento, allí, que debería ser posible constatar lo que, finalmente, no estuviera de acuerdo con el sistema, particularmente en una ciudad turística como la Habana. Fueron muy meticulosos, con el conteo y el reconteo de las papeletas de voto. Constantemente, se preguntaban si había que declarar válida o nula alguna de ellas, que llevara un « si », en lugar de una cruz en buen sitio. Participamos en el trabajo de los escrutadores y de hecho, tuvimos la posibilidad de verificar con nuestros propios ojos cada sufragio. El resultado confirmó lo que habíamos constatado y ante todo fue sorprendente, tanto para los detractores como para los defensores del régimen : en el conjunto del país, no fueron sino el 1,26%, los electores que no se desplazaron a las urnas y los 589 candidatos propuestos, fueron elegidos en su totalidad. Sobre el 98,74% de los sufragios depositados, el 92,97%, era válido, es decir, que sólo el 7,3% fueron nulos o en blanco. Del 92,97% de los votos válidos, el 95,06%, votó por todos los candidatos y el 4,94%, fueron a parar a candidatos aislados. Fue en la Habana, en donde el resultado nos impresionó, puesto que el porcentaje fue de lejos el más malo con « únicamente » el 83,52% de los votos válidos. (Fuentes : Diario Granma Internacional del 13 de abril de 1993). Fidel Castro y su hermano Raúl, que figuraban en una lista de Santiago de Cuba, fueron reelegidos con más del 99% de los votos válidos, los cuales representaban en el distrito el 97,27% de la población.

Podríamos analizar el resultado de estas elecciones como quisiéramos. Los hechos hablan por sí mismos. Fue una victoria indiscutible para el gobierno revolucionario. El resultado mostró muy bien la determinación de un pueblo que nunca ha querido otra vía diferente al socialismo. Fue también eso, lo que nosotros percibimos claramente a lo largo de las cinco semanas que estuvimos en la isla.

Aunque muy pocos cubanos frecuentan la iglesia, son libres en lo referente a la elección de su doctrina religiosa. La mayoría del pueblo, practica el evangelio mucho más seriamente que una gran parte de nosotros. Para los cubanos, el comunismo es sinónimo de una sociedad sin violencia que tiene como ideal que cada individuo, respete al otro y lo ame como así mismo. Es también una sociedad en la que se comparte, en la que cada uno tiene el derecho a la dignidad humana, en la que la libertad predomina mientras que no se ejerza en detrimento de los demás. En fin, una sociedad en la que ninguna persona explota a sus semejantes. Por lo tanto, para el cubano, el comunismo, representa el estado ideal, puesto que él sabe muy bien que este jamás podrá ser alcanzado perfectamente. Sin embargo, ahí están los 34 años que día tras día, el pueblo trabaja en esa sociedad socialista, con el objetivo de lograr ese estado ideal. Lo que ellos llaman « trabajar para la revolución ».

Por ningún precio, el pueblo cubano estaría dispuesto a cambiar los logros de la revolución. El derecho de cada uno a la vida, a la educación, a la salud, a la libertad y a la justicia social, jamás serían canjeados por el capitalismo salvaje con todas sus atrocidades. Después de 1959, la represión se acabó contra los isleños. En Cuba no se conocen la policía represiva, los escuadrones de la muerte, ni mucho menos alguna clase de dictadura para mantener la unidad nacional. La revolución surgió del pueblo que pudo liberarse del yugo de Batista. Los cubanos recusan a dejarse dictar reglas de conducta impuestas por Estados Unidos y las cuales no son más que un mal ejemplo, como tampoco las aceptó nunca de la antigua URSS, que le había impuesto las estructuras al pueblo y que ahora intenta emular al capitalismo. El pueblo cubano ama la libertad, pero sin embargo sabe muy bien que sobre su tierra no hay lugar para un automóvil para cada quien. El resultado de las elecciones de 1993, de- mostró de manera inequívoca lo siguiente : Cuba es lo que su pueblo quiere que el país sea.

Es muy evidente que tal resultado electoral solo podía ser ignorado o por lo menos deformado por la prensa estadounidense, la cual canaliza y dirige más del 80% de las informaciones que circulan en el mundo. Qué persona no se asombra de que en Europa no hubiéramos sido informados o que si, solo de una manera falaz ?…Cómo podría ser diferente de una nación que elige a su presidente apenas con el 30% de los votos inscritos ?

En las condiciones actuales, naturalmente no es posible, imaginar una guerra civil en Cuba, aunque fuera impulsada y financiada masivamente por Estados Unidos. Los objetivos de las multinacionales estadounidenses siempre han sido los de recobrar los privilegios que tenían en la tierra de José Martí. Ellas desembolsan millones de dólares cada año, con el fin de desestabilizar el régimen cubano, lo que justificaría una intervención militar internacional (nos preguntamos : eso la justificara verdaderamente ?… y nos respondemos : entonces : cuál es la razón que justifica la existencia de una base militar estadounidense en Guantánamo y que los cubanos deben tolerar en su territorio desde 1905 ?). Los estados unidos que dirigen instituciones de carácter dudoso como el fondo monetario internacional, FMI, o el banco mundial, no disponen de ninguna prerrogativa moral, menos frente a los demás países, para permitirse criticar el respeto de los derechos humanos o la práctica de la democracia en ningún tercer estado. Después de nuestra visita a la isla, sabemos que si hay una crítica que no se le deba hacer al régimen cubano, es la de afirmar que no es democrático.
En cuanto a mí, no me asombraría saber que si Estados Unidos no encontraran los medios para justificar sus intervenciones militares en la política mundial, no vacilarían en afirmar por ejemplo de haber sido atacados o agredidos por Cuba. En todo caso, una cosa es indudable : Cuba posee un ejercito de milicia. Mujeres y niños defenderían su país y su independencia como leones, aunque Fidel los llamara a capitular. Una intervención militar estadounidense en Cuba, se convertiría en un segundo Viêt-nam.

En el mes de marzo, ese pueblo valeroso tuvo que hacer frente a una catástrofe natural : los ciclones sorprendieron al país y lo hicieron padecer grandes daños. Tuvieron que preparar y producir los materiales necesarios para la reconstrucción y reparación de los techos y casas perjudicadas. Para esto, se tuvo que contar con el compromiso del 100% de toda la población durante un año. Es verdad que con un pueblo unido todo es posible. Sin su concurso, nada se puede. No es esta una verdad que todos los países podrían aprender?

Lo que descubrimos en Cuba, en el fondo es mucho más de lo que esperábamos. Yo no me imaginaba que aún pudiera existir en nuestro planeta, lugar para un pueblo como este. Si el ser humano pensara y actuara como los cubanos, nuestro mundo sería un paraíso puesto a disposición de la mayoría y no, como es el caso hoy, al servicio de una minoría. Después de haber visitado más de treinta países, es la primera vez que me conmuevo y que estimo tener el deber de decir lo que vi, entendí y viví, independientemente de que mis comentarios sean muy personales.

Durante el vuelo de regreso, discutí con un representante cubano que viajaba a Sao Paolo a vender cemento. “ Pero ustedes sin embargo, lo necesitan” !, le hice notar. “Seguro, pero el carburante es todavía más necesario”, me respondió. Yo lamento los clichés, inclusive las informaciones falsas con las cuales nos han “llenado” a propósito de Cuba. Tenemos por ejemplo su solidaridad internacional: « Ustedes envían cada año miles de médicos a más de treinta países. Por qué no piden una contrapartida, por ejemplo carburante ? Nadie sabe que en el 90% de los casos ustedes hacen esto por pura solidaridad ! »… « Eso no juega ningún papel. Lo esencial es que nosotros lo sepamos, eso nos basta! », me explicó calmadamente el hombre de negocios. Yo además, no supe que contestar.

Durante nuestra escala en Venezuela, mis niños de la mano y yo al fin de mi embarazo, hicimos cola de pié, para las ocho horas de vuelo que todavía nos esperaban, pero no había lugar sino en el compartimento de « fumadores ». En el aeropuerto de Caracas, mi marido fue atacado por un violento dolor de oído. En la enfermería para primeros auxilios de este aeródromo « ultra moderno », no pudieron darnos nada aparte del consejo de cambiar dinero, para poder tomar un taxi e ir nosotros mismos a comprar los medicamentos necesarios, en el centro de la ciudad.

De regreso a Brasil :

Cuando llegamos a Río y atravesamos la ciudad, de nuevo nos sentimos asediados por el estés habitual y la omnipresencia de la violencia…estar siempre en guardia, pero sobre todo no reaccionar jamás. Nos dimos cuenta de que detrás del bus que nos llevaba a casa, ubicada en las afueras de la gran ciudad, venía un automóvil de la policía. Al lado, a la orilla de la carretera, había un pequeño cadáver : un niño negro, con una bala en la cabeza. Las dos mujeres que venían sentadas detrás de nosotros, también lo vieron. Impasibles, no pararon de hablar. Sólo en su ciudad, varios cientos de niños, son asesinados cada año …
Daba asco, era abominable, bienvenidos a Río…y regresemos a la realidad !

Después de nuestro regreso al Brasil, recibimos paso a paso, de parte de los amigos y nuestras familias que viven en Francia y en Suiza, los reportajes o recortes de periódicos con artículos sobre Cuba. Grosso modo, he aquí la apreciación que puedo dar :

Antes que nada, había toda clase de opiniones idiotas y ridículas de cubanos en el exilio. Venía entre ellos un artículo, con las declaraciones de ese género de cubanos panzudos, que están siempre preocupados por arreglar sus cuentas con Fidel Castro. También había artículos de periodistas que no tenían nada que escribir y que pocas veces había salido de la Habana o de los lugares turísticos. Allí, no es difícil dar con algún resentido que a cambio de una buena comida de hotel, cuenta lo que se vende, como por ejemplo, la buena y vieja leyenda del dictador Castro. Seis meses más tarde, vimos en los periódicos franceses, siempre la misma foto de archivo, por cierto muy bien « lograda », es decir, superficial y no retocada, de un « Fidel Castro, dictador senil », acusado de conducir a su pueblo a una guerra suicida, a semejanza de Solano López…(no necesita comentarios para las personas que conocen la versión de Eduardo Galeano, sobre la triste historia vivida por el pueblo del Paraguay).
En los casos de análisis objetivos, hechos por ejemplo, por escritores que han sido honestos con las críticas formuladas sobre Cuba, colocan systematicamente un titulo o un resumen destinado a confundir al lector.
De cuando en cuando, de la misma manera recibimos descripciones, desgraciadamente exactas, sobre las dificultades diarias a las cuales las cubanas y los cubanos se tienen que someter o hacer frente. Un gozo maligno traspasa los comentarios en que las insinuaciones irónicas toman buen lugar : « Ustedes hubieran hecho mejor en no contar con los rusos » (como si en buena cantidad, otros países se hubieran mostrado solidarios). Los reporteros de información, se conforman muy a menudo, con no dar más que una descripción simple de la difícil situación económica en la que hoy se encuentra el país, pero omiten analizar las condiciones históricas y estructurales que la han generado. Siempre intentan hacer creer que es Fidel Castro en persona, quien desea privar a su pueblo de antibióticos, de productos desinfectantes, de papel, de carburante y de proteínas.

Desde luego, yo me hago las siguientes preguntas : por qué, este pueblo tan unido y solidario, debiera aceptar las críticas y reproches de los llamados países democráticos ?…quienes somos nosotros, para darle un consejo o peor, para juzgarlo ?…por qué, aquí nos tragamos entera y sin críticas, toda la desinformación que se nos da sobre Cuba, desde hace decenas de años ?…(hay que saber que los Estados Unidos invierten muchos millones de dólares por año, exclusivamente, para las agresiones y desinformación propagandista sobre Cuba),…por qué con el pretexto de que Fidel Castro no respeta los derechos humanos, asistimos sin reflexionar a ese bloqueo económico, cultural, político e informativo, que dura ya 34 años y que priva a ese pueblo valeroso de productos vitales ?…para nosotros los suizos, que supuestamente somos « neutrales », no habrá llegado el momento de tomar posición y de actuar por lo menos demostrando « nuestra neutralidad », como lo hicimos con nuestras relaciones comerciales con África del Sur, en una época en que todo el mundo, a excepción de Suiza, sancionó aquel país con un embargo ?…cuál es entonces, nuestra solidaridad internacional ?…

Afortunadamente, hace algunos días, recibimos un verdadero testimonio cristiano sobre la revolución cubana. Se trataba de aquel teólogo de la liberación, Frei Betto (« Kuba und die Gabe des Lebens », Neue Wege, février 93). Él, nos recuerda los criterios, según los cuales, un verdadero cristiano debe fundamentar su juicio sobre Cuba, de acuerdo a las bases de los evangelios. A propósito, de las diferentes opiniones posibles, concernientes al sistema social cubano, dice de manera muy pertinente : « Para los ricos, la vida en Cuba sería el infierno, ellos deberían renunciar a muchos de sus privilegios. Para alguien de la clase media, sería el purgatorio…pero para un pobre asalariado brasileño o para un desempleado – seguramente también para el 83% de los brasileños que son considerados pobres- Cuba sería el paraíso ! ».

De esta manera, me siento menos solitaria, si yo argumento lo dicho, tomando en consideración las 4/5 partes de la población mundial…

Sao Pedro da Sierra, RJ, Brasil, abril de 1993.

Pos-scriptum, verano del año 2005 :

Después de mi regreso a Suiza, he visitado otros países, entre ellos Viêt-nam y he ido nuevamente tres veces a Cuba : en 1994, para el primer encuentro mundial de solidaridad con Cuba ; en 1995, como turista (en esta ocasion vi menos durante tres semanas que en 1993 en media jornada , alojándome en hoteles o en casas de “indígenas”, quiere decir, solo en los « circuitos del los dolares ») y ahora, en el año 2005, en el marco de la brigada europea « José Martí » junto con tres de nuestros cuatro hijos y personas de 23 nacionalidades.

Entre los años 1993 y el 2005, material y económicamente, la mejoría es evidente en Cuba aunque el bloqueo esta todavia mas fuerte que antes. « El ALBA » (« la alternativa Bolivariana para las Américas »), en oposición al « ALCA » ( « Asociación de libre comercio para las Américas », impulsado por Estados Unidos), parece dar sus frutos. El dólar ha sido reemplazado por el peso convertible. La mortalidad infantil a bajado todavía y el presupuesto de Estados Unidos, para financiar a los mercenarios o los llamados « disidentes » además de otras agresiones y desinformación, fue aumentado hasta alcanzar la increíble cifra de 23 millones dólares por año. Aunque lo más importante para mi es : los valores de fondo del pueblo cubano, descritos en mi texto de 1993, no parecen haber sido afectados. Los gobiernos -no los pueblos- de los países de Europa, en cambio, han permanecido hipócriticamente al pié de Estados Unidos, como antes.

En cuanto a una cierta izquierda intelectual europea que dice tener una solidaridad crítica hacia Cuba, yo le opongo modestamente mi solidaridad absoluta e incondicional con este pueblo y so gobierno. Sin duda que en Cuba, no todo es perfección y las cubanas y cubanos trabajan cotidianamente para mejorar su sistema, practicando la revolución permanente. Pero, quién soy yo, después Europa, para poder criticarlos, darles consejos o, peor, ponerles condiciones ?…nosotros tenemos mucho que aprender de ellos antes que nada y deberíamos antes que todo realizar concretamente nuestras bellas teorías.

Para terminar, citaré a Carlo Frabetti en Rebelión, 20-07-2005 :

« El socialismo o la muerte », dicen los cubanos, y ellos pueden decirlo dos veces porque están dispuestos a morir por el socialismo y porque saben bien que fuera del socialismo, no hay futuro, no hay vida digna de esa palabra, ni para ellos, ni para la humanidad. Ellos dicen también « la patria o la muerte », y ellos pueden decirlo tres veces porque su patria es Cuba, porque su patria es América, porque su patria es el mundo.

Yo estoy cada día más convencida de que frente al mundo en cual vivimos actualmente, Cuba sigue siendo un ejemplo, el único que conozco.
La autora de este texto, Andrea Duffour-Büchel, vivió y trabajó en Brasil de 1991 á 1993, con su marido y sus hijos, en un proyecto de cooperación técnica de una O.N.G. humanitaria suiza. Desde su regreso a Suiza, es miembro activo de la asociación « Suiza-Cuba ».
Este texto, alemán en la versión original, fue traducido en portugués y francés. Traduccion española: Diego Eduardo Suárez Niño, octubre 2005.
copy-left con indicación de la fuente : www.cuba-si.ch; andrea duffour andreaduffour@gmail.com

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