El brazo largo de Washington se extiende hacia los despachos de dirección de los bancos suizos, una vez famosos por su independencia y discreción. Clientes de la Basler Kantonalbank (BKB, por sus siglas en alemán) y de su banco subsidiario Bank Cler, que se destacó hasta unos años atrás por su cercanía con el movimiento sindical y cooperativo, acusan a las bancas de haberse convertido en auxiliares ejecutivos de EEUU, poniendo en práctica el bloqueo contra Cuba. Después de que el gobierno de Donald Trump recrudecería las sanciones contra la isla con el objetivo explícito de “estrangular” su economía, ambas bancas rechazaron desde el 2019, efectuar transmisiones a organizaciones humanitarias y de solidaridad. En Zúrich, el Bank Cler incluso le cerró la cuenta a la Asociación Suiza-Cuba (VSC/ASC).
En una conferencia de prensa en Berna el miércoles 28 de octubre, los representantes de VSC/ASC René Lechleiter y el jurista de Berna Willi Egloff acusaron a las dos instituciones financieras de «violar normas legales». Exigieron que el consejo de gobierno del cantón de Basel-Stadt, como máxima autoridad de supervisión, «pusiera fin a tal conducta ilegal». El día anterior, clientes afectados ya habían protestado frente a sucursales de los bancos respectivos en varias ciudades, contra la violación de sus derechos como ciudadanos suizos que consiste en esta agudización de los efectos extraterritoriales de las sanciones de los Estados Unidos.
Los bancos habían justificado sus medidas con un «creciente endurecimiento de las normas jurídicas por parte del Gobierno de los Estados Unidos» y declararon que habían ajustado su política comercial en consecuencia debido a los «riesgos jurídicos asociados en las transacciones de pago internacionales». No se podía «descartar que las transacciones nacionales dentro de Suiza pudieran verse afectadas por las medidas de sanción dado que el banco ejecutor tiene conocimiento de que los fondos iban llegar a un estado sancionado».
Esta argumentación es completamente insostenible tanto desde el punto de vista legal como político, explicó el abogado Egloff. «Los bancos ofrecen servicios públicos y no tienen derecho a negar estos servicios a individuos o grupos». Posiblemente, el comportamiento podría incluso constituir una discriminación criminal, dijo. Los organizadores admitieron a la prensa que, el importante banco Credit Suisse también rechaza las transferencias internas desde 2014 si se sobreentiende que están relacionadas con Cuba, sin embargo, el caso actual difiere de esto en que el BKB, al igual que el Bank Cler, está bajo control estatal, trabaja con garantías estatales y tiene un mandato de prestación de servicios legal.
Samuel Wanitsch, Presidente de la Sección VSC de Basilea, señaló a la autoridad supervisora que los casos actuales «no se refieren a transacciones de pago a Cuba, sino a transacciones internas dentro de Suiza». Sin embargo, al mismo tiempo, subrayó que «en opinión de las Naciones Unidas, el bloqueo de los Estados Unidos es contrario al derecho internacional y que Suiza también pide el levantamiento de las sanciones». No obstante, la trasmisión de pagos internacionales a Cuba ha sido experimentando grandes obstáculos desde hace algún tiempo. A la altura de hoy, no queda banco suizo que realice transferencias a Cuba sin restricciones, criticó Wanitsch.
Incluso el banco Postfinance que opera con garantías gobernales, también detuvo las transacciones de pago a Cuba a mediados de 2019. Esto afecta, entre otros, a la organización de ayuda humanitaria «Medicuba Suisse», fundada en 1992, que desde entonces sólo ha podido seguir prestando apoyo humanitario al sistema de salud cubano a través del Postfinance sobre la base de una autorización excepcional. Según Franco Cavalli, médico y vicepresidente de la organización, esto ha permitido a la organización apoyar con alrededor de 1,5 millones de francos (1,4 millones de euros) un proyecto responsable del control epidemiológico de todas las infecciones en Cuba. «Hemos podido crear nuevos laboratorios y dotarlos de las más modernas herramientas de diagnóstico microbiológico, lo que permite ahora a Cuba producir el material diagnóstico necesario para diagnosticar el Covid-19», explicó el médico. Actualmente se trabaja en un contacto estrecho con las autoridades de salud cubanas con el fin de apoyarlas en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, dijo Cavalli haciendo referencia a otros proyectos.
Sin embargo, los miembros y cooperantes de Medicuba Suisse también habían informado en varias ocasiones de que sus transferencias nacionales de contribuciones y donaciones habían sido bloqueadas. Lechleiter, portavoz del VSC/ASC, lo calificó de «escandaloso que los bancos suizos filtren en secreto las órdenes de pago en francos suizos a cuentas de asociaciones suizas y en ocasiones no las ejecuten». Además, el Bank Cler informó a sus clientes que a partir del 1º de enero de 2020, «los datos que se envían al extranjero ya no están protegidos por la legislación suiza». «¿Cómo llegan los datos de las cuentas suizas al extranjero? ¿Quién está olisqueando a quién? Y por qué objetivo?” cuestionó Lechleiter la flagrante violación del famoso secreto bancario suizo.
(Traducción: Tobias Kriele)