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Lunes, 18 de Enero de 2016
– Hace poco más de un año que regresó a Cuba, a su familia, amigos y compañeros. ¿Cómo se siente hoy luego de un año en libertad?
– Todos nos sentimos bien. En poco tiempo la vida nos ha cambiado. Antonio, Ramón y yo, que fuimos los últimos en regresar, vivimos los momentos más dramáticos. El cambio del entorno de los muros de la cárcel al calor de nuestro pueblo duró pocas horas. Luego siguió un año de muchas actividades. Hemos viajado por todo el país para agradecerle a nuestro pueblo su solidaridad. También nos reencontramos con familiares, cuyas nuevas generaciones no habíamos podido conocer por nuestro encarcelamiento. Para mí el acontecimiento más feliz después de 20 días de mi regreso fue el nacimiento de mi hija Gema.
– ¿Cómo encontró Cuba a su regreso luego de haber estado 16 años lejos de ella?
– En este tiempo mi país ha cambiado en muchos aspectos. De igual forma sería motivo de preocupación e iría en contra de la dialéctica si en casi 20 años Cuba se mantuviera igual. Pienso que la mayoría de los cambios son positivos, aunque hay algunos fenómenos negativos en los que tenemos que seguir trabajando. No obstante al llegar me encontré una sociedad en la que no se callan los problemas, sino que se analizan y se les busca una solución a favor de la mayoría. Existe la concepción y la conciencia de hacia dónde queremos ir y de lo que no queremos. Antes esto no estaba tan marcado, pero hoy tenemos una idea clara de dónde radican nuestros problemas. En estos momentos nos encontramos en medio de un proceso largo y difícil de actualización de nuestro sistema político y económico. Nuestro objetivo es la construcción de un socialismo cada vez más participativo, que defienda las conquistas de la Revolución; pero que también sea económicamente eficaz.
– ¿Qué cambios le llamaron la atención de forma especial?
– Cuando abandonamos Cuba por nuestra, misión comenzaba el periodo especial. Aun teniendo dinero muchas veces no se podía comprar lo más necesario. Hoy eso ha cambiado. En muchas esferas se observa una creciente oferta de productos, se ha desarrollado un pequeño sector privado con restaurantes, cafeterías y otros servicios. En el ámbito turístico no solo aumenta la cifra de los visitantes internacionales, nosotros los cubanos también viajamos más por nuestro país y algunos visitan familiares y amigos en el extranjero. Igualmente han ocurrido cambios en los medios de comunicación que abordan más abiertamente algunos problemas. A pesar del bloqueo estamos en condiciones, por ejemplo, de desarrollar la infraestructura para ir logrando un mayor acceso a internet. En muchos lugares se han colocado puntos de acceso públicos WLAN. Cuando usted recorre La Habana puede observar que muchas personas reparan sus casas. Nuestra economía no retrocede, por el contrario, avanza poco a poco, si bien no al ritmo que todos deseamos. Desde el punto de vista de la política exterior Cuba no está sola, desempeña un importante papel en el mundo. Sin duda alguna queda mucho por hacer; pero en general el país se ha desarrollado en casi todos los sectores durante nuestra ausencia.
– ¿Qué significado tienen los «Cinco Cubanos» hoy para la sociedad cubana?
– El regreso de los Cinco no es sólo un éxito del pueblo cubano, sino también de la solidaridad internacional. Estamos conscientes de que la acogida y el calor que recibimos en todas partes, no sólo están dirigidos a cinco personas, sino a Cuba y su Revolución. Nuestro ejemplo muestra al mundo que es posible obtener la victoria, si uno se mantiene fiel a los principios. Donde quiera que vamos las personas se acercan a nosotros para expresarnos su admiración y agradecimiento. Eso es, por cierto, una relación recíproca, ya que ese apoyo nos ayudó a permanecer firmes. Incluso lo vivimos con otros presos que tenían familiares en Cuba y agradecían que nosotros estábamos también protegiendo a sus familias contra el terrorismo.
– A su regreso han visitado muchos países. ¿Cómo ha sido la acogida de los Cinco en ellos? ¿Qué quieren saber las personas?
– Nosotros hemos recibido invitaciones de muchos países. En algunos hemos estado en compañía de nuestros familiares, en otros casos, como en este viaje a Alemania, hemos estado solos. En ocasiones nos han recibido los parlamentos e incluso los presidentes. Me conmueve siempre encontrarme con personas que lucharon a favor de nuestra causa y nos escribieron cartas. Aquí en Alemania tengo muchos amigos que me enviaron cartas y fotos durante muchos años. Finalmente logro conocer personalmente a algunos de ellos.
– ¿Qué opinión le merece la Conferencia Rosa Luxemburgo y su visita a la República federal?
– La Conferencia me ha impresionado mucho por sus temas, ponentes, organización excelente, el entusiasmo de muchos participantes y el espíritu solidario que los acompañaba. En particular me llamó la atención la presencia de tantos jóvenes. Soy optimista y tengo la esperanza de que estos jóvenes continúen adelante en la lucha por un mundo mejor. La atmósfera en la conferencia estaba marcada además por el intercambio de experiencias entre participantes jóvenes y de más experiencia. A pesar de las diferentes posiciones prevaleció la unidad de los objetivos. Por este motivo quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a los organizadores de la Conferencia su invitación y felicitarlos por el éxito.
– A pesar del intento de los grandes medios de los países occidentales por ocultar el caso de los “Cinco Cubanos”, este estuvo presente mundialmente. ¿Qué experiencia al respecto nos podría describir para nuestro trabajo?
– Naturalmente la primera experiencia es que siempre vale la pena luchar, incluso cuando al inicio parezca inútil. Muchos no se atreven o se cansan de nadar siempre contra la corriente. Otros creen en las falsas informaciones, se asustan por los ataques de los grandes medios y se rinden. Afortunadamente en nuestro caso muchas personas de todo el mundo hicieron campaña de forma incansable para derribar el muro del silencio. Al final ya no fue posible ignorar la protesta y hasta los mismos grandes periódicos estadounidenses, como el “New York Times” y el “Washington Post” comentaron al respecto. Sé cuánto trabajo llevaron todas las pequeñas acciones realizadas, incluso aquí en Alemania. Fue también una batalla de David contra Goliath. Pero los resultados muestran, que valió la pena y esto nos hace sentir optimistas para el futuro. La clave del éxito es la solidaridad y la unidad en la lucha.
– Con la liberación de los Cinco se hizo posible el acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos de América. ¿Cómo ve Gerardo Hernández el proceso de normalización? ¿Cómo una oportunidad, un reto o también en parte como una amenaza?
– Hay un poco de todo eso. Primeramente quisiera decir que algunos amigos me han confesado su escepticismo con respecto al desarrollo de este proceso. Se preguntan si la Revolución estará haciendo concesiones al enemigo. En este sentido quisiera recordar en primer lugar, que durante décadas muchos representantes de Estados Unidos de América defendieron la posición de no negociar con Cuba, en tanto los Castros, como los llaman de forma despectiva ignorando la existencia de un poder popular, estuvieran en el poder. Mientras Cuba se mantuviera firme en sus principios no querían tener nada que ver con nosotros. Sin embargo hoy día negocian en diferentes niveles con nosotros, aun siendo Raúl Castro nuestro presidente y aunque no hayamos eliminado el socialismo, sino por el contrario, lo hayamos fortalecido. No hay que ser científico para entender a quién la historia le ha dado la razón hasta el momento en este conflicto. No obstante este no ha terminado. Existen en Estados Unidos de América poderosos grupos de interés que aprovechan cada oportunidad para tratar de destruir nuestro orden social. En más de 50 años no lo han logrado, pero nosotros los cubanos sabemos que ellos lo seguirán intentando. El imperialismo no pierde su carácter agresivo solo por firmar un papel con el objetivo de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. La esencia destructiva del imperialismo aún se mantiene y su agresividad se manifiesta en muchos lugares. Quizás cambian sus métodos; pero no sus objetivos. Por esta razón la revolución cubana se mantiene atenta y está preparada para defenderse. No somos ingenuos. Estamos muy conscientes de quienes son nuestros amigos y quienes nuestros enemigos.
– A través de su trabajo los Cinco pudieron evitar ataques y proteger a personas del terrorismo. ¿Se puede decir que hoy día el peligro ofrecido por los grupos de terroristas de Miami es menor?
– En mi opinión, desde que en los propios Estados Unidos de América cundió el pánico el 11 de septiembre de 2001 este peligro para Cuba ha disminuido un poco. Hasta el día de los ataques al World Trade Center los cabecillas de los grupos terroristas de Miami se vanagloriaban abiertamente de sus actos violentos. Pero después de esta fecha tuvieron que moderar su retórica y ser más cuidadosos con sus actos. Pero esos elementos persiguen el mismo objetivo y en esencia siguen siendo peligrosos. No se puede decir que el peligro ha desaparecido. En los últimos años han sido arrestados en Cuba otros terroristas provenientes de Miami. Igualmente se cometió un atentado con un coctel molotov en una agencia de viajes en la Florida que apoyó la visita del anterior Papa a Cuba. Esto muestra que los terroristas siguen estando activos. Además por esas calles se le permite transitar sin ser molestado al asesino múltiple Luis Posada Carriles, autor intelectual de un atentado con bombas contra un avión cubano. Es bien absurdo que Estados Unidos de América, que se encuentra supuestamente en guerra contra el terrorismo, vaya asesinando personas por todas partes en nombre de esa guerra y al mismo tiempo deje en libertad a terroristas como Luis Posada Carriles en su propio país. Por tal razón no hay motivos para que dejemos de estar alertas.
– Representantes de los Estados Unidos de América dicen, que quieren provocar un cambio de sistema en Cuba. Estos intentan influir sobre todo en los jóvenes. ¿Cómo se gana a la juventud, que conoce hoy las conquistas de la Revolución, para defenderla?
– Cada año EEUU invierte millones de dólares para atentar contra el orden social en Cuba. Durante décadas lo han intentado sobre todo con el bloqueo, el aislamiento de nuestro país, el sabotaje y el terror. Pero no lo lograron. Con esto aprendieron y llegaron a la conclusión de que tenían que cambiar sus métodos. Ellos piensan que pueden alcanzar sus objetivos más fácilmente cuando los cubanos más jóvenes asuman la responsabilidad de continuar adelante con la Revolución. Por esta razón usan tanto dinero para incidir en la juventud. Con este fin en EEUU se han creado numerosos programas, algunos son secretos, otros son conocidos. EEUU y quienes le sirven en tales propósitos trabajan sistemáticamente y con mucha paciencia en sectores de nuestra sociedad, donde esperan lograr esta influencia con mayor facilidad. Los revolucionarios cubanos conocemos la situación de la juventud actual.
La mayoría de los cubanos nacimos después del triunfo de la revolución y no conocimos el régimen capitalista por experiencia propia. Nuestros jóvenes no conocen otra cosa que sus escuelas y universidades gratis, la atención médica gratuita y una sociedad que no debe preocuparse por la violencia de pandillas o por un alto nivel de criminalidad. Cuando se nace y se crece en una sociedad como la nuestra, todo esto parece normal. No tuvieron que luchar por ello. Existe un dicho que dice: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. No digo que la juventud actual no valore estas ventajas; pero muchas veces no tienen idea de cuán difícil les fue a nuestros padres y abuelos alcanzar todo esto. A pesar de todo no soy pesimista y confío mucho en los jóvenes cubanos. Piense nada más en todos aquellos jóvenes médicos, enfermeras y enfermeros que trabajaron en África contra el virus del Ebola. Muchos de nuestros jóvenes llevan a cabo difíciles tareas a través de misiones en todas partes del mundo de forma desinteresada y con un alto compromiso. Esa también es la juventud cubana. En la propia Cuba miles y miles de ellos se dedican a sus estudios y profesiones altamente motivados. Naturalmente, no se deben ignorar los retos y peligros que nos acechan; pero en relación a nuestra juventud me mantengo optimista.
– ¿Qué opinión le merecen las iniciativas, como el “proyecto Tamara Bunke”, a través del cual jóvenes alemanes pueden pasar cursos en el Instituto Superior Politécnica de La Habana CUJAE y así intercambiar con jóvenes cubanos?
– Me parece una muy buena idea de la que ambas partes pueden obtener algo. Todos estamos viviendo en un mundo globalizado, que convierte a muchos en víctimas de la desinformación. La mayoría de las películas que ven los jóvenes son estadounidenses, pero no muestran la realidad de la sociedad capitalista de ese país. La posibilidad de poder viajar al exterior sin tener que realizar muchos trámites es, naturalmente, un hecho muy positivo. Pero conozco personas que han emigrado de Cuba con la esperanza de encontrar una vida más fácil y luego de enfrentarse a la realidad en el capitalismo regresan decepcionados. Es por esto que el intercambio con personas de la misma edad es una gran oportunidad de conocer en alguna medida las condiciones reales de cada sistema social.
– Ante la contraofensiva de la derecha en Latinoamérica y en el mundo, ¿dónde radican las tareas más importantes del movimiento de la solidaridad?
– El imperialismo no cederá en su empeño de conquistar el mundo. Por tal razón las fuerzas progresistas y revolucionarias del mundo no deben desistir de su compromiso. No deberíamos confiar nunca en los representantes del poder imperialista y tenemos que estar siempre preparados para enfrentarlos. En relación con Cuba seguimos contando con la solidaridad de nuestros amigos en el mundo, pues el bloqueo continúa, EEUU ocupa aun el territorio de nuestra bahía en Guantánamo y el “Cuban Adjustment Act”, con el que EEUU quiere desangrar a nuestro país, se mantiene vigente, solo por mencionarle algunos ejemplos. Nuestra solidaridad debería dirigirse también a presos políticos, como Mumia Abu-Jamal, al luchador por la independencia de Puerto Rico Oscar López Riviera, al activista indio Leonard Peltier y otros compañeros y compañeras que se encuentran en prisión en EEUU y en otras partes del mundo. Tenemos que reforzar nuestra resistencia contra el racismo, el colonialismo y las guerras imperialistas y apoyar a los pueblos de Venezuela, Argentina y Brasil, ante la nueva contraofensiva reaccionaria en esos países. Todo esto son tareas importantes para el movimiento internacional de solidaridad. Obtendremos el éxito en esta lucha solo si los revolucionarios de todo el mundo cierran filas y permanecen unidos. El imperialismo gobierna gracias a sus armas, a sus lacayos y a la desinformación por los grandes medios. Por este motivo, periódicos como Junge Welt son pilares importantes de la solidaridad internacional.
* Entrevista de Volker Hermsdorf, original en alemán para el diario alemán «Junge Welt». La traducción del aleman al español de este trabajo ha sido realizado para Cubainformación.
