
Cuba realizó una extraordinaria proeza, como delegación deportiva, en los recientes Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, consiguiendo el quinto lugar en el medallero, tras EEUU, Brasil, México y Canadá. Sin embargo, la prensa corporativa, de forma vergonzosa, ¿de qué nos habla? De que siete deportistas de la Isla (de un total de 380) decidieron emigrar y -empleando una expresión capciosa que se repite en todo el espectro mediático- «se fugaron». Es la misma retórica, el mismo doble rasero de siempre, alimentado por la fábrica del odio de Miami. ¿Y de qué no nos hablan ni una palabra? De que Cuba fue la delegación con más medallas en relación a su población, un importante indicador a la hora de medir, en justicia, los resultados de la política deportiva de un país. Tampoco dicen una palabra de los efectos letales para el deporte de alto rendimiento de Cuba que tienen las «sanciones» y el bloqueo de EEUU, que impacta sobre el estado de las instalaciones, los implementos deportivos o los propios ingresos de las y los deportistas.
10. noviembre 2023